martes, 29 de marzo de 2022

La antigua iglesia arciprestal de Huelva

   Todas las ciudades tienen iglesias que conforman un gran patrimonio que aún podemos disfrutar en nuestros días.

  Miles son las iglesias que hay en España, lugares que en muchas ocasiones se construyeron siglos atrás pero que con el tiempo han perdido parte de su función original y eso pasa con la onubense de Santa Iglesia Parroquial Mayor y Más Antigua del Apóstol San Pedro ya que hasta el 22 de octubre de 1953 fue sede arciprestal pero ese día Pío XII emitió la bula papal "Laetamur Vehementer" por la cual se creaba la Diócesis de Huelva pasando su sede a la Catedral.

  El origen de este templo se sitúa en el siglo XIV cuando se levanta sobre los restos de una antigua mezquita que estaba a los pies del desaparecido castillo de Huelva y cuya primera referencia aparece en el Kitab Ar-Raw al Mitar (El libro del jardín fragante) del cronista Abú al-Himyari quien la describía como "al este de la villa existe una gran iglesia venerada por los habitantes, quienes pretenden que en ella se contienen los restos de uno de los Apóstoles" aunque en ningún momento habla de que Apóstol era.

  De esta manera lo que aquí se observa es una iglesia de estilo mudéjar construida en dos fases. La primera corresponde al siglo XIV que es cuando se construye una nave de tres tramos a la que posteriormente se le añadieron dos más. La segunda fase se halla en el siglo XV y en ella se levantó la la antesacristía, la sacristía vieja, la capilla de la Virgen de la Cinta y la capilla sacramental. Esto hizo que la iglesia quedara configurada tal y como se ve ahora.

  En su exterior se observa un estilo mudéjar original al que se le mezcla el Barroco de una reconstrucción que se tuvo que hacer en 1755 tras ser dañada por el Terremoto de Lisboa. Además se ve una que la nave central se cubre con tejas árabes a dos aguas y en las capillas laterales solo a un agua. Además con una torre campanario, cuadrada y erigida por Pedro de Silva entre 1770 y 1772, en la que se ubica un cuerpo inferior ornamentado por un tragaluz circular y una lápida conmemorativa y un superior donde están las campanas y que se remata con un chapitel piramidal alicatado con azulejos blancos y azules. Todo se completa por tres entradas, Puerta del Sol o principal (actualmente cegada), del Mar en la nave de la Epístola y Tierra en la del Evangelio (estas últimas son Antonio de Figueroa en 1791). 

  Desde aquí se accede a un interior que sigue la tradición del mudéjar sevillano del siglo XIV, es decir, con tres naves, siendo la central más alta y cubierta por con un alfarje mudéjar en forma de artesa con tirantes y las laterales por techumbre de colgadizo, separadas por dos arcadas de cinco arcos apuntados sujetados por pilares cuadrangulares con resaltos y finalizado en ábside facetado.

  En cuanto a su decoración se observa que en la nave del Evangelio (siempre a la derecha del Altar Mayor) se encuentra la Capilla Sacramental en la cual se puede ver un retablo Barroco del siglo XVIII y otras capillas menores con varias imágenes y retablos y en la nave del Evangelio (siempre a la izquierda del Altar Mayor) se encuentra la Capilla de la Virgen de la Cinta, creada en el siglo XV para acoger una imagen de la Patrona de la Ciudad. Todo se completa con un Coro creado en Sevilla en 1737.

  Actualmente esta iglesia, considerada la más antigua de la ciudad, conserva un gran estado pese a la adversidades que ha pasado (derrumbe de su campanario y caída de una campana en la cúpula el 26 de octubre de 1722 por un temporal, terremoto de Lisboa en 1755, desprendimiento en el testero mayor en 1758 y un terremoto en 1763 que destruyó el campanario y dañó el Altar Mayor) por ello, y gracias a su historia, desde 1999 es Bien de Interés Cultural.



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