Muchas veces en las ciudades encontramos edificios que no nos llaman demasiado la atención pero que esconden en su interior la morada o el lugar de trabajo de un artista y eso pasa con la masía Mas Miró ubicada en la tarraconense localidad de Mont-roig del Camp.
Levantada en el siglo XVIII pero modificada hasta el siglo XX lo que aquí se observa es una construcción enmarcada dentro de las casas de indianos donde se ve un casal revocado en blanco que posee planta baja y dos niveles rematados por una cornisa de la que sale una torre cuadrada centrada con la fachada. Además el cuerpo principal queda dentro de un gran patio donde destaca una palmera y se flanquea por otros dos edificios; uno que servía como entrada para los carruajes, el cual solo posee una planta, y el otro es la casa de los arrendatarios, la cual tiene dos niveles con buhardilla culminada por un techo de teja árabe a dos aguas.
Todo se remata por una capilla neogótica cuya fachada está recorrida por dos niveles de grandes ventanales con arco de medio punto, un portal y una ventana de arcos rebajados en la planta baja y tres ventanales en el primer piso.
Pero sin duda por lo que es más conocida esta masía es porque en ella el pintor Joan Miró instaló su estudio en un edificio cercano a la capilla. Se trata de una construcción del siglo XX que posee una planta baja y un altillo en el que se le ubicaron grandes ventanales que le aportaban una gran iluminación y se le remató por bóvedas a la catalana. Desde el altillo se accede a una terraza con grandes vistas al huerto y el mar. Además su fachada tiene varios dibujos o grafitis hechos por Miró y en su interior conserva una chimenea, varias herramientas utilizadas por él, una mesa de comedor, una cama. y en una recámara hay objetos, libros y alguna pieza de ropa.
Todo esto hace que sea un lugar bastante ligado a la pintura del siglo XX y el sitio perfecto para los amantes de la pintura de Miró.
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