La parroquia del cementerio compostelano

   Normalmente en las ciudades hay un monumento icónico pero también hay otros edificios que merecen una buena visita.

  Santiago de Compostela (A Coruña) es mundialmente conocida por el Camino de Santiago y por su catedral pero en ella también se ubican otros monumentos que tienen una gran belleza y un ejemplo es la iglesia de San Fructuoso o Igrexa de San Froitoso también conocida como iglesia de las Angustias de Abaixo o de la Real Angustia.

  Ubicada cerca de la Praza do Obradoiro los orígenes de esta capilla datan del siglo XI cuando el obispo Diego Xelmírez trajo a Santiago las reliquias de San Fructuoso de Braga para depositarlas dentro de la catedral, esto hizo que esta parroquia fuera ubicada en su interior.

  Ya en el siglo XVIII se decide levantar en el Cementerio de los Peregrinos del Hospital Real de Santiago una iglesia que formara parte de la capilla de las Angustias (seguramente para sustituir a la capilla de la Vera Cruz construida en 1510) y para ello se pidió dinero a los feligreses compostelanos pero no fueron ellos los más generosos sino un peregrino granadino que se curó de una grave enfermedad en el Hospital. Tras ello se le encarga a Lucas Antonio Ferro Caaveiro, ayudado por Ventura Valado, que levante una iglesia la cual diseña en estilo churrigueresco con una única planta central coronada con una cúpula de media naranja. La primera piedra la pone el 11 de junio del 1754 y se concluye en 1765, aunque la Capilla Mayor acaba antes por lo que el 29 de septiembre de 1756 se pudo celebrar la primera misa. En 1920 esta capilla se convirtió en iglesia parroquial bajo la advocación de San Fructuoso pero no alberga sus restos ya que están en la capilla de las reliquias de la catedral de Santiago.

  En cuanto a su exterior se observa que toda su fachada forma un retablo que tiene una iconografía muy basada en la muerte y la vida eterna como cabe esperar en un edificio que servía como capilla de un cementerio. Por ello encima de la puerta se observa una hornacina con una imagen de la Piedad o Quinta Angustia a quien estaba dedicada originalmente la iglesia y que probablemente es obra de Antonio Fernández "el viejo". A sus lados se ubican dos medallones con representaciones de un alma del purgatorio como metáfora de la devoción piadosa del alma sola. Sobre ellos se sitúa el Escudo Real ya que la Monarquía era su propietaria y promotora y más arriba, sobre una cornisa, están las estatuas de la cuatro Virtudes Cardinales (la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza) y se completa con un campanario ornamentado con volutas y pináculos. Por último y escondida en su muro sur, a unos tres metros y medio del suelo, hay una calavera con un mensaje que reza "Ut video vidi. Sicut me videtis videtis" ("Como te ves, yo me vi. Como me ves, tú también te verás"). En cuanto a su interior destaca la Piedad neoclásica de Antón Fernández o Vello que preside el altar mayor.

  Actualmente esta joya de la arquitectura dieciochesca compostelana sigue funcionando como iglesia y gracias a toda su historia y arte forma parte del conjunto "Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España", Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1993.