En el Reino de Asturias, durante el siglo IX, se desarrolló un estilo prerrománico conocido como ramirense debido al rey astur Ramiro I ya que este monarca ordenó la construcción de varios edificios con una estética similar y uno de ellos es la ermita de Santa Cristina de Lena ubicada en el Concejo de Lena.
El origen de este lugar puede estar situado en el siglo VII cuando los visigodos levantan una primitiva iglesia que fue derribada en el siglo IX para levantar una nueva aunque no se sabe realmente si fue durante el reinado de Ramiro I (842-850) o en el de Ordoño I (850-866), eso sí, siempre después de la creación del estilo ramirense.
De esta manera lo que aquí se observa es una iglesia de pequeñas dimensiones la cual cuenta con una planta rectangular a la que se le adosaron un ábside, un pórtico y dos cámaras de menor altura que le dan un aspecto de cruz griega. En su exterior posee una gran puerta, y única, ubicada en el pórtico flanqueada por dos contrafuertes que sujetan un arco de medio punto creado a base de dovelas irregulares sujetadas por dos columnas entregas y adintelada en su interior. Esto hace que toda su parte de fuera se asemeje a las iglesias cruciformes visigodas.
De aquí se pasa a un interior que todo el templo está cubierto por bóvedas de cañón sujetadas por arcos de medio punto que permiten separar los distintos ambientes. Debajo de este techo aparece la nave central de cinco tramos y con tres ambientes: el primero es la cabecera la cual se sitúa un metro más alto que el tramo central del que se separa por una iconostasis (una pared que va de norte a sur separando el santuario de la nave) de tres arcos de medio punto (sobre estos arcos se sitúan otros probablemente creados en época mozárabe) sobre columnas y capiteles y al que se entra por dos escaleras de los muros laterales. En esta zona además había un cancel visigodo creado para respetar la separación de ambientes que requería la liturgia de la época. Lo siguiente que aparece es un arco de medio punto sobre columnas y capiteles que da acceso a un ábside rodeado por dos arcos ciegos que probablemente contenían altares y que dan una sensación de que el ábside es triple. Por último queda la tribuna creada sobre el pórtico y la tercera zona de la nave la cual se configura por un vestíbulo abovedado y dos pequeñas cámaras a los lados.
Actualmente esta iglesia conserva un gran estado y debido a su importancia histórico-artística está nombrada Monumento Nacional desde 1885 y forma parte del conjunto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO "Monumentos de Oviedo y del Reino de Asturias" desde 1985.
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