España ha habido multitud de civilizaciones que a lo largo de la historia han ido creando ciudades en las que vivir. Algunas de estas localidades aún siguen en pie aunque muy cambiadas pero hay otras de las que solo quedan restos y un ejemplo claro es Parque Arqueológico de Segóbriga ubicado en el cerro de Cabeza de Griego, dentro del conquense término municipal de Saelices.
Posiblemente el origen de Segobriga data del siglo V a. C. cuando se levanta un castro castro celtibérico que tras la conquista de Hispania por parte de Roma a inicios del siglo II a. C. se habría convertido en un oppidum o ciudad celtibérica. Tras las Guerras de Sertorio (82 a. C. y 72 a. C.) esta ciudad empezó a considerarse la capital de este territori y de hecho Cayo Plinio Segundo la empieza a considerar "caput Celtiberiae", es decir, el inicio de la Celtiberia. Pero no sería hasta la época del emperador Augusto cuando deja de ser una ciudad estipendiaría (pagaban tributo a Roma) para convertirse en un municipium. Es aquí cuando comienza su verdadero auge, sobre todo económico ya que hizo valer su situación estratégica entre Cartago Nova y Toletum Segontia y por su potente minería de lapis specularis (yeso traslúcido). Esto hizo que en la ciudad empezaran a construirse multitud de monumentos que empezaron atraer a nuevos pobladores pero a partir del siglo IV empezó a decaer.
Ya en el siglo XV y con la ciudad en manos visigodas su aspecto empieza a caer ya que se convierte en una ciudad a la que acudían numerosos obispos que participaban en concilios de Toledo (entre los años 589 y el 693 d. C) lo que hizo que se construyeran varias basílicas y un gran necrópolis.
Con la entrada de los musulmanes la vida de Segóbriga desapareció ya que los cristianos allí afincados huyeron a otras ciudades a buscar refugio, y ni siquiera cuando fue tomada por los cristianos se recuperó ya que la mayoría de la población se trasladó a Saelices mientras que en ella solamente quedó un pequeño núcleo rural dependiente de Uclés.
De esta manera quedó en el olvido hasta que las posteriores excavaciones dieron con ella sacando a la luz varias edificaciones. De celtíbera hay una necrópolis; de Roma conserva la muralla, la Puerta Norte, el anfiteatro, el teatro, las termas monumentales, el gimnasio , las termas del teatro, la Casa del procurador minero, el Criptopórtico del foro y de la curia, el foro, el aula basilical, la acrópolis, el santuario rupestre de Diana, el acueducto, las canteras, y el circo el cual nunca se finalizó; y de época visigoda la basílica de Cabeza de Griego.
Actualmente es una ciudad con una gran importancia histórico-artística y se conserva en un relativo buen estado lo que le ha valido ser nombrada Monumento Nacional desde 1931.
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