jueves, 30 de junio de 2022

La atalaya ahora palacio

   Las torres defensivas muchas veces se han transformado con los años en palacios adaptados a nuevas funciones.

  Antiguamente se solían levantar torres defensivas para proteger ciertos puntos pero con el tiempo fueron perdiendo su función y se adaptaron a otras nuevas como pasa con la Torre Palacio de Murga ubicada en la localidad alavesa de Murga dentro del valle de Ayala.

  Entre 1270 y 1272 Juan Sánchez de Murga "Chicubín", VIII Señor de Ayala y fundador del linaje de los Murga, ordenó el levantamiento de una torre que sirviera para vigilar ciertos puntos económicos de su propiedad, es decir, no pretendía con ella defender ningún territorio sino sus propios bienes por ello simplemente se utilizó madera aunque las Guerras de bandos acaecidas en el siglo XIV obligaron a su reconstrucción con materiales más duros.

 De esta manera funcionó hasta que en el siglo XV Sancho García de Murga toma el control de los jóvenes legatarios de Murga y de los bienes familiares ya que decide darle un toque más hogareño al añadirle una residencia palaciega en la cara este la cual a finales del XVI se amplió hasta rodear por completo la torre.

  Ya como vivienda perduró hasta el siglo XVIII cuando los señores deciden abandonarla y arrendársela a labradores y ganaderos lo que hizo que se le añadieran algunas estancias necesarias para el trabajo.

  De esta manera lo que ahora se observa es un torreón de mampostería con una altura de 11 metros rodeada de un palacio de ladrillo, excepto al este que es de mampostería, recorrido por huecos, ventanas y balcones. Todo se completa con un arco de medio punto construido con dovelas que da paso a un jardín, otro torreón de sillería con cornisa y los cobertizos destinados a la agricultura y ganadería.

  Actualmente sigue en manos privadas por lo que su acceso está restringido salvo permiso previo pero esto no le ha impedido ser nombrado Bien de Interés Cultural.



No hay comentarios:

Publicar un comentario