La casa de los primeros canarios

   Anteriormente a la llegada de los españoles a Canarias hubo otras civilizaciones que crearon construcciones.

  Cuando Castilla llegó a la isla de Gran Canaria se encontró que en ella vivían unos aborígenes que habían creado una gran civilización. Ellos fueron los que construyeron lugares como el Yacimiento de las Cuatro Puertas ubicado en la localidad de Telde, un sitio con un gran valor arqueológico.

  Situado en la conocida Montaña Bermeja lo que aquí se observa es un conjunto de cuevas artificiales labradas a mano en la toba volcánica por los Tkanarén y distribuidas en los conjuntos Cueva de Cuatro Puertas, Almogarén, Los Papeles, Los Pilares, La Audiencia​ y La Cantera de Molinos.

  Lo primero que se ve es la Cueva de Cuatro Puertas, llamada así por las cuatro entradas que posee y que dan entrada a una gran sala cuya utilidad tiene varias teorías ya que se cree que pudo ser un vivienda real, la residencia donde el faycán (líder religioso) vivía con sus harimaguadas (sacerdotisas), habitación, lugar para el ganado, un punto astronómico o un cementerio. Realmente estas teorías son muy difíciles de demostrar ya que a lo largo de su historia ha tenido diversos usos, sobre todo en el siglo XX, que han modificado su aspecto.

  Sobre este espacio aparece el Almogarén, los espacios que los antiguos canarios utilizaban para realizar sus ritos religiosos en los cuales solían tirar leche u otros líquidos de ahí que aún queden restos de canales y símbolos pintados en el suelo y las paredes.

  Tras él se sitúa la Cueva de los Papeles, llamada así desde 1879 aunque no se sabe porque, un sitio en el que hay triángulos tallados los cuales eran símbolo de fecundidad. Aparte de esto esta sala fue utilizada como vivienda de pastores hasta finales del siglo XX.

  Por último se halla la Cueva de los Pilares, la Audiencia y La Cantera las cuales constituyen el núcleo habitacional de la ciudad ya que eran el sitio que mejores condiciones climáticas tenían. Además en ellas aún se conservan algunas pinturas en sus paredes.

  Actualmente este lugar está abierto como Parque Arqueológico y constituye uno de los yacimientos más importantes de la cultura prehispánica de Gran Canaria por lo que se ha ganado ser Bien de Interés Cultural.