jueves, 14 de julio de 2022

El monasterio que nació de la detención del sol

   Los milagros pueden dar a luz lugares que los recuerdan, normalmente iglesias o monasterios que aún se conservan.

  Durante la Edad Media se produjeron multitud de batallas entre las tropas cristianas y las musulmanas, luchas en las que los primeros se solían encomendar a Dios, la Virgen, Cristo u otros santos ya que creían que estos les ayudarían. Muchas veces se cuenta que es verdad que ocurrió un milagro y que en su honor se levantó algo y un ejemplo es el Monasterio de Tentudía ubicado en la badajocense localidad de Calera de León, en la actualmente conocida como comarca de Tentudía.

  Corría el siglo XIII cuando el rey Fernando III de Castilla, el Santo, mandó al maestre de la orden de Santiago Pelay Pérez de Correa a guerrear contra los musulmanes que había por la zona de Badajoz. Finalmente un día ambas facciones chocaron en las sierras de la actual comarca de Tentudía y comenzaron una batalla que se estaba decantando claramente para los cristianos pero estaba anocheciendo y esto pararía la lucha. Como Pelay vio que esto podría eliminar toda su ventaja imploró a la Virgen gritando "¡Santa María, detén tu día!" y parece que hizo caso porque en el horizonte el sol se detuvo ayudando así a la victoria cristiana. Tras ello el Maestre ordenó levantar una ermita para honrar este milagro bajo la advocación Santa María de Tudía, que acabó derivando en Tentudía, y regentado por la Orden de Santiago.

  En un principio este lugar era un pequeño eremitorio que la Orden fue ampliando según se iba haciendo conocido, de hecho Alfonso X el Sabio dedicó cinco de sus cantigas a la Virgen de Tentudía, en el siglo XIV Enrique II le donó dos mil maravedíes y en el XV se convirtió en uno de los lugares más importantes de la Orden. Pero su summum llego en 1514 cuando el papa León X, por petición de Fernando el Católico, lo convierte en monasterio, algo que atrajo multitud de privilegios e importancia.

  De esta manera lo que ahora se observa es un edificio, que aparte de acoger las dependencias monacales a través de un patio, que posee una iglesia de una sola nave con cubierta de bóveda de cañón sujetada por arcos fajones sobre pilastras dividida en tres tramos y separada de un un presbiterio con bóveda de crucería con nervaduras estrelladas por una reja de 1640 donde se conserva la talla de la Virgen y el sepulcro de Pelay Pérez de Correa. 

  A su izquierda aparece la Capilla de los maestres, la cual es de planta cuadrada y está presidida por un retablo de azulejería policromada atribuido a Cristóbal de Augusta y que representa a San Agustín. Realmente este lugar se concibió como lugar de enterramiento de los maestres de Santiago por ello en el centro están los sepulcros de Gonzalo Mejía y Fernando Ozores vestidos con el hábito de la Orden de Santiago, sujetando sus espadas con las dos manos y con leones a sus pies. Además se conserva también la tumba de García Hernández, camarero real, en forma de estatua yacente.

  A la derecha está la Capilla de Santiago, cuadrada con bóveda sobre trompas y presidida por un retablo también atribuido a Cristóbal y que representa a Santiago Matamoros. Además aquí estuvo el sepulcro del maestre Juan Zapata.

  La iglesia por último cuenta con un Retablo Mayor creado por Francesco Niculoso Pisano por orden de Juan Riero en 1518 y que representa a Pelay, el Árbol de Jesé, escenas de la Biblia y el milagro.

  Aparte de esto en el siglo XVI la vicaría santiaguina de Tentudía que acogía nueve localidades creó el Colegio de Letras para la enseñanza de gramática, artes y teología pero fue suprimido en 1836 tras la desamortización de Mendizabal.

  Actualmente esta joya mudéjar sigue funcionando como monasterio, tiene un aire a una fortaleza más que a una iglesia y es Bien de Interés Cultura y Monumento Histórico-Artístico.



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