martes, 2 de agosto de 2022

El hogar de la patrona almanseña

   Iglesias y patrimonio es algo que aún sigue estando de la mano para el deleite de quien le guste este arte sacro.

  Todas las localidades tienen una patrona que necesita un lugar donde venerarse es por ello que se crean templos a donde la gente acude a verla y un ejemplo es el Santuario de Belén de la albaceteña localidad de Almansa.

  Según el saber popular la imagen de la Virgen ya estaba en el siglo IX cuando esto no sería más que una pequeña ermita regentada por unos monjes ermitaños que tenían varios cenobios a su alrededor. Así habría continuado hasta que en el siglo XVI, mediante una bula papal, tanto la ermita como la talla pasaron a propiedad de Almansa comenzando así su transformación. Realmente lo que se sabe a ciencia cierta es que el 15 de marzo de 1515 Juan Sánchez de Belén trajo una imagen de Roma que instaló en una ermita que había en sus tierras. Poco a poco esta talla se fue convirtiendo en un lugar de peregrinaje para los almanseños ya que se encontraba muy cerca de la acequia de la Alpera y su arbolado los cuales proporcionaba gua y sombra a los pastores para ellos y su ganado. En esos momento solían aprovechar para entrar en el templo. Pero también estaba próxima al antiguo camino real lo que hacía que gentes de otros lugares la visitaran.

  Para 1540 Almansa decidió hacer su voto a San Juan en el santuario, una romería en favor de San Juan "ante portam latinam" (de la Puerta Latina) celebrada cada 6 de mayo y que desde entonces se haría a esa ermita. Esto hizo que creciera la afluencia de gente y se necesitara ampliarla en unas obras que empezaron a finales del siglo XVI y acabaron en 1627 cuando las tierras ya pertenecían al Patronato.

  De esta manera lo que ahora se observa es un edificio barroco cuyo exterior es muy sobrio rematado por un espadín de 1922. De aquí se pasa a un interior rectangular de una sola nave y coro a los pies cubierta con una bóveda de cañón rebajada con lunetos decorados y dividida en cinco tramos por arcos fajones sujetados por pilastras policromadas que a su vez poseen arcos pintados simulando capillas. Por último aparece la cabecera a través de un arco rebajado que conserva el Retablo Mayor barroco de talla policromada de tres cuerpos y se cubre por una bóveda ornamentada con pintura al fresco. Además posee sacristía, camarín, museo y la sala de las velas construida recientemente.

  Actualmente este lugar sigue siendo un sitio de peregrinaje y gracias a su historia e importancia es Bien de Interés Cultural.



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