Muchas veces las iglesias fueron fundadas por ordenes militares en lugares donde se establecían para defender un territorio es por ello que suelen presentar aspecto de castillo más que de templo y un ejemplo es la iglesia de San Juan o de San Nicolás ubicada en la lucense localidad de Portomarín.
El origen de este lugar se ubica entre el siglo XII y el XIII cuando la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta establece una encomienda hospitalaria en esta localidad ya que era el único punto desde el cual se podía atravesar el Miño entre Lugo y Ourense. Además que este fuera un punto estratégico para los caballeros hacía que fuera susceptible a recibir ataques por lo que decidieron que la iglesia estuviera fortificada.
De esta manera en su exterior se observa una iglesia románica que más parece un castillo y en el que destacan sus tres portadas bastante influenciadas por el Maestro Mateo, constructor de la Catedral de Santiago.
La sur se encuentra debajo de uno de los arcos de descarga y se organiza con tres arquivoltas (ornamentadas por motivos geométricos y vegetales sujetados por columnillas con capiteles zoomorfos y fitomorfos) trasdosadas por un guardapolvos sobre ellas hay una cornisa a modo de tejaroz decorada con arquillos, canecillos y metopas figuras. Se completa con un tímpano con una figura mitrada que podría ser San Nicolás flanqueado por dos discípulos.
La norte posee tres arquivoltas con alternación de lóbulos grandes y pequeños y capiteles con cestas decoradas con animales fantásticos. Se culmina con tímpano de la Anunciación en el cual San Gabriel despliega sus alas para darle el mensaje a María quien lo recibe con las manos abiertas. Entre ellos hay un árbol que podría representar la Trinidad y la doble naturaleza de Cristo.
La oeste es la puerta principal y se compone de tres arquivoltas que sostienen un tímpano en el que aparece un Cristo en Majestad rodeado por los veinticuatro ancianos del Apocalipsis sujetando sus instrumentos. Sobre ella aparece un gran rosetón de transición al gótico que da luz al interior.
Desde aquí se accede a un interior de una sola nave rectangular dividida en cinco tramos por arcos fajones ligeramente apuntados sujetados por columnas adosadas y se cubre por una bóveda, algo muy infrecuente ya que en el románico rural gallego la cubierta solía ser de madera. Tras ello aparece un presbiterio recto que da paso a un arco triunfal de medio punto doblado flanqueado por ciborios arquitectónicos para altares, algo muy frecuente en la iglesias de la Orden, y un rosetón también de transición sobre él. Por último aparece la cabecera la cual es un ábside de tambor.
En cuanto a su doble advocación se debe a que ocupaba los barrios de San Pedro y San Juan en la primitiva localidad ya que actualmente preside una plaza nueva construida entre 1962 y 1963 y escalonada en la ladera del Monte do Cristo ya que el anterior centro de Portomarín se quedó al borde del Miño tras el levantamiento del Embalse de Belesar.
Actualmente presenta un gran aspecto y consta con la protección de Bien de Interés cultural además de pertenecer al conjunto Patrimonio de la Humanidad Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España.
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