El castillo turolense fronterizo entre Aragón y Castilla

   Los castillos son un tipo de construcción muy arraigada en España por lo que podemos encontrarlos en todas las comunidades.

  En todas las comunidades de España hay castillos que nos transportan a la Edad Media, fortalezas que muchas veces se conservan en buen estado lo que nos permite conocer al detalle como era en su época de esplendor y un ejemplo es el Castillo de Peracense ubicado en lo homónima turolense localidad.

  El castillo se levanta sobre un monte habitado desde la Edad de Bronce para posteriormente ser abandonado hasta que en el siglo X fue ocupado de nuevo por los musulmanes. Ya hacia el 1150 este territorio fue conquistado por la Corona de Aragón quien veía en este punto un lugar estratégico ya que hacía frontera entre los reinos de Castilla y Aragón y con los señoríos de Albarracín, Molina de Aragón y Comunidad de Daroca. Es por ello que en el siglo XIII se decide construir en la roca una primitiva fortaleza defensiva que se fue agrandando durante el siglo XIV.

  De esta manera se observa un castillo formado por tres recintos diferenciados. El primero o exterior se trata de una muralla almenada plagada de torres con saeteras que protegen un albacar en el que se levantaron unas caballerizas que ahora acogen los aseos, una sala de exposiciones y la tienda. El segundo o medio presenta una muralla irregular y en su interior se ubicaron las estancias de la tropa ahora sustituidas por un museo y sala de actividades. Por último aparece el tercero o alto formado por tres terrazas que llegan hasta un piso superior desde el que se vigilaba el valle del Jiloca.

  Ya en el siglo XV y tras el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón este castillo pierde su función ya que los reinos entraban en paz es por ello que se lo ceden a la Comunidad de Daroca, institución que nombró los alcaides de la fortaleza hasta 1702. Tras ello se abandona hasta que en el siglo XIX se convierte en cárcel de la Comunidad de aldeas de Daroca hasta que en la Primera Guerra Carlista (1833-1840) fue ocupado por un destacamento isabelino.

  En la actualidad el castillo pertenece al Ayuntamiento de Peracense y en su interior se desarrollan diversas actividades culturales como una exposición permanente de reproducciones de armas de asedio medievales a tamaño real. Además conserva un gran estado, algo que sumado a su gran historia le ha valido ser Bienes de Interés Cultural.