España cuenta con una gran cantidad de edificios religiosos en cuyos interiores han pasado multitud de sucesos que han podido desembocar en sucesos paranormales y eso es lo que pasa con el convento de Nuestra Señora de la Concepción o de San Juan de Dios ubicado en la badajocense localidad de Olivenza.
El origen de este edificio data del siglo XVI cuando Leonor Velha, una dama extremeña descendiente de una familia de la alta burguesía, decide donar todos sus bienes para la construcción de un convento de monjas en Olivenza. De esta manera en 1601 comienzan las obras de un edificio cuyo exterior, pintado con cal blanca, presenta un aspecto bastante sobrio en el que destaca una portada neoclásica de mármol flanqueada por columnas dóricas romanas que sujetan un entablamento con friso de triglifos y metopas. Sobre él ya aparecen el escudo de Portugal, a quien pertenecía Olivenza en aquella época, la esfera armilar y las armas de Olivenza. Todo se completa con los vanos de las celdas, el ventanal del coro y un frontón triangular donde se ojo de buey ovalado y se remata por acroteras y volutas. De aquí se pasa a un interior de una única nave rectangular cubierto por bóveda de cañón donde se pueden observar un Altar Mayor, cuatro laterales y una cabecera con coro alto a sus pies.
Estas obras duraron hasta 1631 momento en que fue inaugurado por el obispo de Elvas (Portugal) y se instalaron en él treinta monjas portuguesas de la orden de las Clarisas. Pero estas duraron poco ya que tras la Guerra de Restauración por la que Portugal se separa de España estas fueron sustituidas por Monjes Hospitalarios de San Juan de Dios que lo convirtieron en Real Hospital Militar. Un lugar en el que trataban a los enfermos y los enterraban si morían en él.
Con esta función duró dos siglos hasta que se abandona y no sería hasta la Guerra Civil cuando la Guardia Civil se instala en él y lo utilizaba para fusilar presos para posteriormente enterrarlos en zanjas o tirarlos a un pozo. Tras la finalización de la contienda queda otra vez abandonado hasta que en 1998 se restaura para instalar la Escuela de Teatro y de Danza de Extremadura. Pues bien, es a partir de aquí cuando comienza su leyenda.
Primeramente durante las obras ya aparecieron restos humanos que seguramente pertenecieran a los muertos cuando era hospital. Pero algunos de estos esqueletos parecían emparedados algo que habría supuesto un gran sufrimiento. Una vez concluidas y con los alumnos dentro estos empezaron a explicar numerosos casos paranormales y ponen como ejemplo dos concretos. Uno fue una noche en la que los estudiantes fueron a una clase nocturna de teatro a la sala de actuaciones, estando allí vieron como una mano espectral apareció y rasgo la tela del escenario y otro era lo contaba Eulalia Martínez, la antigua jefa de estudios, quien afirmaba que alguna vez que se había quedado a trabajar hasta la noche oía voces en los pasillos vacíos y veía apariciones que traspasaban su puerta.
A estos casos se sumaron un reloj que siempre se paraba a la misma hora, sombras donde no había nadie, apariciones en las aulas, espectros en los pasillos, el canto de una soprano al sonido de un órgano y el llanto de un bebe.
Quizá todo esto es lo que llevó a que en 2009 se volviera abandonar, aunque oficialmente es porque la escuela se trasladó a Cáceres, y se cerrara. Tiempo después se instaló en él el Centro de Recepción de Visitantes del Parque Temático Natural “Tierras Gran Lago de Alqueva”, y su capilla se utiliza para eventos o congresos. Además gracias a sus leyendas es un lugar propicio para todos los amantes de lo sobrenatural.
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