Desde la antigüedad las distintas poblaciones han tenido que encontrar lugares donde enterrar a sus muertos es por ello que en muchas ocasiones se han encontrado yacimientos arqueológicos llenos de tumbas y uno de ellos es la Necrópolis Visigoda de Arroyo de la Luz ubicado en la homónima cacereña localidad.
A unos 500 metros de la ermita de la Virgen de la Luz se halla un conjunto de tumbas que se han datado entre los siglos IV y VI, esto quiere decir que son de época tardorromana y medieval visigoda, gracias a los ajuares, cerámicas y monedas que en ellas había y que seguramente pertenecía a un gran vicus o exploración agropecuaria tardorromana ya que por aquí pasaba la antigua vía romana que unía Norba Caesarina (Cáceres) con Egitania (Idana-a-Velha, Portugal) y era un lugar lleno de pastos, arroyos y pozos que permitían tanto para el abastecimiento animal como humano.
En ella lo que se ven son varios túmulos antropomórficos, todos adultos, excavados grandes batolitos de granito y en el suelo divididos en dos grupos. Uno consta de ocho tumbas que se orientan de este-oeste mientras que al sur aparecen otras cuatro, dos con orientación este-oeste y otras dos sur-norte. Estas tumbas, además, están destapadas y no quedan restos de sus antiguas losas por lo que se suelen llenar de agua.
Actualmente este yacimiento tiene una gran importancia histórica por lo que está protegida por la ley de Protección del Patrimonio Arqueológico.
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