El refugio de la Beltraneja en Buitrago

   No todos los castillos que hay en España han llegado en buen estado hasta nuestros días, de algunos solo quedan restos.

  España es un país en el que hay una gran cantidad de castillos que han llegado hasta la actualidad en muy buen estado e incluso se pueden seguir utilizando pero hay otros que por desgracia solo quedan ruinas y a este segundo grupo pertenece el madrileño castillo de Buitrago del Lozoya.

  El origen de esta fortaleza estaría en la ocupación musulmana de la ciudad cuando ya que ellos levantaron una primitiva Alcazaba sobre un antiguo asentamiento visigodo preexistente. Ya con la toma de Buitrago por parte cristiana en 1085 este castillo se utilizó como cabeza de repoblación de la localidad y para ello se lo entregan a la poderosa familia de los Mendoza quienes crean la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago con capacidad jurídica de repoblamiento. 

  Los Mendoza usaron esta antigua fortaleza hasta que a finales del siglo XIV o principios del XV Diego Hurtado de Mendoza y Luna, El Grande, III duque del Infantado, decide levantar uno nuevo sobre los restos del primitivo y para ello utiliza mampostería y ladrillo para darle un estilo gótico-mudéjar.

  De esta manera se observa un castillo, ubicado en la esquina suroriental de la muralla, de planta casi cuadrada que se fortificó con siete torres de piedra (una pentagonal) que cerraban un patio de armas rectangular. En estas torres además se ven vanos rematados en arcos de medio punto, aproximación de hiladas y herradura. Por último se halla una puerta de dos arcos en recodo en una de las torres y se rodeaba de un desaparecido foso.

  En cuanto a su historia se sabe que, antes de construirse el nuevo, fue el hogar de Íñigo López de Mendoza y de la Vega, I marqués de Santillana, y de sus descendientes, acogió a la reina Juana de Portugal y su hija Juana (la Beltraneja) durante sus luchas contra Isabel I de Castilla y que acogió en varias ocasiones al rey Juan II de Castilla y a Felipe III. Pero también se conoce que durante la Guerra de Independencia fue ocupado por tropas napoleónicas para utilizarlo como cuartel durante cuatro años haciendo que sufriera grandes daños.

  Debido a esto en la actualidad no ha llegado en sus mejores condiciones por lo que se han hecho trabajos para restaurarlo pero esto no ha impedido que sea nombrado Bien de Interés Cultural y que forme parte del Conjunto Histórico-Artístico de Buitrago del Lozoya.