Durante la Edad Media las ciudades corrían peligro de ataque por eso era necesario crear defensas y las atalayas eran una de las mejores maneras para vigilar, es por ello que en España se pueden encontrar una gran cantidad y un ejemplo es la torre del Obispo o torre Mora de El Esparragal, dentro del municipio murciano de Puerto Lumbreras.
Lo que aquí se observa es una primitiva torre avanzada de vigía construida en época musulmana que servía para la defensa del Castillo de Lorca ya que desde ella podían lanzar señales que avisaran de un posible ataque. Ya en el siglo XIII Castilla se hace con la Taifa de Mursiya haciendo que esta torre, junto a la Torre de Sancho Manuel y el Castillo de Nogalte, se convierta en una atalaya vigilante del campo de Nogalte ya que era un territorio estratégico al ubicarse en la frontera entre el Reino de Castilla y el Reino Nazarí de Granada ya que estos últimos solían utilizar el Camino Real de Vera para hacer incursiones contra las localidades cercanas. Es por ello que en el siglo XIV se sustituye por una nueva.
Una vez concluida la guerra de Granada la utilidad de esta torre se desvaneció por lo que se fue abandonando haciendo que su estado se deteriorara. De esta manera lo que ahora se observa es una torre de mampostería con esquinas reforzadas por sillares escuadrados, base pseudocuadrada y una sola altura, aunque en origen debía tener dos ya que en el piso conservado se puede ver el arranque del segundo. Todo se completa con los restos de un arco lobulado y una puerta adintelada que da acceso a un interior abovedado y separado en dos por un muro.
Actualmente solo se conservan restos de la torre original pero es de suma importancia para conocer el sistema defensivo de la zona por lo que ha sido nombrada Bien de Interés Cultural.
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