jueves, 3 de noviembre de 2022

Los habitantes romanos de Carranque

   Roma estuvo muchos años en España, tiempo en el que se construyeron multitud de villas cuyos restos perduran.

  Durante la dominación romana de Hispania se construyeron multitud de villas que con el tiempo fueron desapareciendo pero a veces por casualidad sus restos salen a la luz dejándonos ver parte de como era en su esplendor y un ejemplo de ello es el Parque Arqueológico de Carranque (también conocido como yacimiento de Santa María de Abajo de Carranque) ubicado en la homónima localidad toledana.

  El 23 de julio de 1983 el carranqueño Samuel López Iglesias acudió a unas tierras de su propiedad para realizar unas labores agrícolas sin saber que ese día iba a encontrar uno de los más importantes yacimientos romanos de España, un enclave creado en algún momento altoimperial. Tras ello comenzaron unas excavaciones, realizadas entre 1985 y 2003, en la que sacaron al exterior una serie de restos organizados entorno a una villa romana. De esta manera aparecieron varios edificios diferenciados entre si y que cabe la posibilidad de que fueran levantados por Materno Cinegio, tío del emperador Teodosio.

  -El Edificio palacial era una construcción civil erigida hacia el año 400 que presenta una base irregular y decoración con mármoles del oriente mediterráneo tanto en las teselas de los mosaicos de las bóvedas, el opus sectile del suelo recortados en formas geométricas o florales o las columnas y capiteles de mármol Phrigius (proveniente de Turquía). Toda esta cantidad y diversidad (hay 39 tipos distintos de mármoles) la convierten en la colección más grande fuera de Roma.

  En siglos posteriores este edificio fue convertido en una iglesia visigoda como así lo atestiguan los restos arqueológicos, posteriormente los musulmanes lo habrían utilizado como muestran las cerámicas y una inscripción en una columna con una eulogia del Corán. Pero este no fue su último uso ya que tras la conquista de Toledo por parte de Alfonso VI de León se convierte en un monasterio de monjes Benedictinos-Cluniacenses bajo la advocación de Santa María de Batres, quienes a su vez se lo pasaron a los templarios. A su caída ya entraron las monjas Clarisas de Griñón. El resto de la historia del edificio es incierta pero se sabe que en época de Felipe II ya estaba en ruinas quedando en pie solo la sala correspondiente a la ermita.

  -El Mausoleo es un edificio cuadrado con ábside semicircular en su cabecera que se levantó con opus caementicium (hormigón) y opus testaceum (ladrillo cocido). Además en su interior había columnas de granito, hornacinas y un suelo de mosaico. Se cree que se cubría con bóveda de cañón en la parte cuadrada y una bóveda de cuarto de naranja en el ábside y su cubierta era a dos aguas. Lo que sí se sabe es que sirvió como mausoleo para el dueño de la casa ya que en el ábside se halló un sepulcro de mármol.

  -La Villa de Materno es la parte más importante del yacimiento ya que todo se creó entorno a ella. Se trata de una cas cuadrada de grandes dimensiones en cuyo exterior se ve una entrada en forma de porche porticado sujetado por columnas de ladrillo y rodeado por dos torreones cuadrados. De aquí se pasaba a un recibidor circular del que salía un peristilo que llevaba hasta un patio central con columnas de ladrillo que servía para organizar la estancia. Alrededor de él aparece el cubículo de Materno (da nombre a la Villa) el cual es un dormitorio con antesala. El oecus o gran salón de recepción con base hexagonal y lados curvos al que se le agrandó con un ábside con fontana que servía para mantener húmedo un mosaico de Océano. Dos salas que podrían ser bibliotecas y el Triclinium destinado a comedor. Aparte también contaba con una zona noble caldeada por un hipocausto y un torcularium rural donde se producía vino y aceite.

  Pero sin duda lo que más destaca de este interior es la lujosa decoración de mosaicos, muy bien conservados, con elementos geométricos, florales o figurados y otros con representación de dioses como Minerva o Marte y Venus. También hay pinturas estucadas.

  -Por último aparecen los molinos, presa y canales que se creen que realmente se construyeron en tiempos más modernos y que funcionaron hasta el siglo XIX.

  Todo esto hace que sea un yacimiento de máxima importancia para conocer como era la vida de una villa romana y la producción que en ella se llevaba a cabo. Por todo ello se le declaró Bien de Interés Cultural y se ha creado un centro de interpretación donde se exhiben objetos y se puede ver una reproducción audiovisual que recrea la vida de la villa.



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