El cuartel ceutí cárcel para mujeres

   Donde hay costa es necesario crear defensas para su protección es por ello que hay multitud de fuertes a lo largo de ellas.

  Ceuta era una ciudad en constante peligro de ataque por ello hubo que crear una serie de defensas que los pudieran evitar. En este entramado las murallas fueren muy importantes pero también los destacamentos militares como el Fuerte del Sarchal.

  Todo comienza en 1752 cuando Jerónimo Amici, Ingeniero Director de Ceuta, idea un proyecto de defensa para la banda costera sur cerrándola hasta la batería del Sarchal (creada en 1714 y situada sobre el monte Hacho) para ello propuso hacer una barbeta y artillándola con capacidad para diez cañones. Ya en 1756 Esteban Panón le sustituye en el puesto rehízo los planos y perfiles de la fortaleza para que fuera un baluarte contra ataques en la playa ya que en esa época las murallas estaban muy debilitadas. Pero esta no fue su última reforma ya que en 1793 el Ingeniero Jefe, Francisco de Orta, le pide al rey Carlos IV mejorar en los parapetos, escarpes y baterías.

  De esta manera surge un edificio, levantado con piedra en los muros y ladrillo macizo en las aberturas, cuya base tiene forma de "H" en cuyo exterior había un primitivo cinturón defensivo formado por muralla, foso y una garrita o torreón de vigilancia. De aquí se pasaba a un interior donde un patio distribuye todas las estancias de la planta baja, es decir, lavaderos, secaderos, almacén, garita y cocina. Sobre esta última es donde se sitúa la terraza desde la que se vigilaba en forma de secadero y en la que se ubicaba una nave dividida en cuatro habitaciones cubiertas por un tejado a dos aguas ya perdido.

  Del resto de su historia se sabe que funcionó como fuerte hasta la década de los 20 del siglo XX cuando se convierte en cárcel, algo que se intensificó durante la Guerra Civil pero pasando a ser femenina. Este uso perduró hasta 1945 cesa su actividad dejándolo en una absoluto abandono que aún perdura. Actualmente este edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1995, presenta un muy mal estado y aunque ha habido propuestas para instalar en él un uso social o cultural no ha cambiado su estatus.