Desde hace siglos las sociedades han buscado ratos de ocio para pasar su tiempo libre. En esos momentos la gente realiza distintas actividades para divertirse y una de ellas es la de ir al teatro es por ello que todas las ciudades cuentan con varios de estos edificios siendo un ejemplo el Teatro Campoamor de Oviedo.
Todo comienza en el siglo XIX cuando la pujante burguesía asturiana reclamaba un lugar donde pudieran ir a ver óperas y funciones teatrales ya que en ese tiempo solo se contaba con el teatro del Fontán (actual Biblioteca de Asturias Ramón Pérez de Ayala) que ya estaba antiguo y era pequeño. Para 1876, siendo alcalde José Longoria Carbajal, se presenta un proyecto llevado a cabo por Siro Borrajo Montenegro y José López Salaberry y se eligieron unos terrenos que antes ocupaba el convento de religiosas de Santa Clara. Para 1883 terminaron las obras y se le dio como nombre Campoamor porque el escritor, y entonces concejal, Leopoldo Alas "Clarín", lo sugirió para homenajear al poeta Ramón de Campoamor, quien no pudo acudir a la inauguración pero mandó a su hermano para representarle. Además envió mil pesetas para repartirlas entre los pobres, esto se hizo cuando el ayuntamiento entregó doscientas cincuenta pesetas a cada una de las cuatro parroquias que existían en esa época para que se encargaron de distribuirlas. Realmente, y aunque que ya llevaba nueve años construido, no se inauguró oficialmente hasta el 17 de septiembre de 1892 cuando en su interior se representó la obra Los Hugonotes de Giacomo Meyerbeer.
De esta manera se creó un edificio neoclásico pero que ha ido renovándose con los años ya que en 1916 sufre una primera obra que reestructura el interior y amplia el aforo. La segunda se debe a la Revolución de 1934 ya que es destruido en un incendio quedando en pie solo la fachada por lo que hubo que reconstruirlo pero la Guerra Civil se destruye entero y no sería hasta 1948 cuando se recupera y se reinaugura con la ópera Manon de Jules Massenet (música)y Henri Meilhac y Philippe Gille (libretro). En 1988 se volvió a reformar todo el escenario contando para ello con el arquitecto José Rivas y el escenógrafo Julio Galán Martín y se añadieron nuevos camerinos, sala de ensayos, sastrería, peluquería, sala de utillaje o atrezzo, talleres y salas de personal de tramoya. Por último en 1993 la Sala Polivalente del sótano se transformó en el Centro de Arte Moderno Ciudad de Oviedo y en 2006 se instala la iluminación exterior.
Actualmente este teatro cuenta con un aforo de 1491 butacas distribuidas en cinco niveles, y es conocido por ser el lugar donde se daban los extintos Premios Líricos Teatro Campoamor pero sobre todo por se el sitio elegido para la entrega de los Premios Príncipe o Princesa (según sea el caso) de Asturias. Además es un gran foco de cultura y cuenta con la categoría de Bien de Interés Cultural.
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