En todas las comunidades se pueden encontrar iglesias que han ido evolucionando a lo largo de los años, templos que aún perduran con la misma utilidad y un ejemplo es la iglesia de Santa María de la Asunción de la riojana localidad de Alcanadre.
El origen de este templo se sitúa en 1147 cuando el rey Alfonso VIII de Castilla le dona Alcandre a Rodrigo de Azagra en agradecimiento por sus servicios en la conquista de Baeza, aunque a la vez le ceden estos terrenos a tres monjas de la Orden de San Benito para construir un convento en ellas. Esto supone una dualidad de propiedad que se resuelve anulando la segunda cesión.
Rodrigo, a su vez se la cedió a los templarios, época en la que se levanta una primera iglesia gótica de la que ahora solo quedan restos pero no sería hasta 1550 cuando se construye el nuevo templo con mayor capacidad reutilizando la cabecera y crucero de la iglesia antigua. En principio el cantero Pedro de Urruzuno, ayudado por Esteba de Ureta y Pedro de Ricarte, fue el encargado de sus obras pero a su muerte en 1575 deja sin terminar la nave, la cual sería retomada por Diego Jiménez el Viejo en 1590. Pero realmente su aspecto actual data de 1700 a 1718 cuando Francisco Ruiz Narvaja reconstruye el primer tramo y el crucero además de levantar la sacristía y sala capitular, las cuales fueron diseñadas por José Raón.
De esta manera en su exterior se observa una fachada muy simple en la que solo destaca un relieve románico que no pertenecía a esta iglesia sino que hasta 1972 estuvo en la ermita de Santa María de Aradón hasta que fue trasladado aquí. En este conjunto se ve un tímpano de la Epifanía de finales del siglo XII que fue reciclado por los templarios de una iglesia románica anterior a la que ellos levantaron. De ahí se pasa a un interior de una sola nave en la que destaca un retablo barroco dedicado a Santa María de la Asunción en el que se ve, en su centro, a la Virgen alabada y sostenida por cinco querubines y varios santos, como San Roque, en los lados.
Actualmente sigue funcionando como iglesia y es un edificio bastante monumental por lo que está categorizado como Bien de Interés Cultural.
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