La torre donde se guarda la obra de Beato

   Los nobles solían crear torres para servir como su vivienda y también para demostrar su poder sobre un señorío.

  La nobleza siempre quería demostrar su poder construyendo grandes edificios que también sirvieran como vivienda, de ahí que haya tantos ejemplos de este tipo de construcciones y uno de ellos es la Torre del Infantado ubicada en la cántabra localidad de Potes.

  El origen de esta torre está en el siglo XIV y se atribuye su fundación a la familia de la Lama. Tras ello pasó a manos de Tello de Castilla, señor de Liebana y hermano del rey Enrique II. En manos de su familia se mantuvo hasta que en el siglo XV, tras varias disputas por la posesión del señorío, su titularidad recae en Íñigo López de Mendoza, I Marqués de Santillana, y tras él sus descendientes, la casa ducal del Infantado que le aportan su nombre. Finalmente estos se lo traspasan a los Duques de Osuna quienes a su vez lo venden en 1868.

  Lo que aquí se ve es una torre de sillarejo, reforzada con sillería en las esquinas y los vanos, la cual se articula en cuatro cuerpos y una azotea con cornisa ornamentada por una barbacana corrida rematada por almenas y cuatro pequeñas torres almenadas en las esquinas. Además posee una puerta sobre la que se ubica un balcón con un reloj y se completa con pequeñas ventanas adinteladas, una en cada fachada. De ahí se pasa a un interior organizado entorno a un patio central, algo muy raro en Cantabria por ello se cree que fueron los duques de Infantado en su idea de italianizarla como así se hacía con los palacios castellanos de la época. 

  Actualmente su interior está muy modificado ya que desde el 19 de marzo de 2011 acoge la exposición permanente "El cosmos de Beato de Liébana. Aquí comienza todo", un espacio dedicado a la vida y obra del monje Beato, considerado el primer escritor cántabro. En este museo se pueden ver una gran colección de Beatos (manuscritos de los siglos X al XIII donde se copian el Apocalipsis de San Juan y los Comentarios que Beato hizo sobre ese texto en el siglo VIII en su "Commentarium in Apocalypsin" de 776 a 786), un Scriptorium e información de como se realizaban los beatos.

  Todo esto hace que se aun edificio de suma importancia tanto cultural como histórico-artística, lo que le ha valido ser Bien de Interés Cultural desde 1985.