En muchas ocasiones se levantan edificios que con el tiempo se tienen que sustituir por otros nuevos y eso es lo que pasó con el Antiguo Hotel Reina Victoria de Melilla.
Ubicado en el Ensanche Modernista de la ciudad el origen de este edificio data del 18 de enero de 1908 cuando se le dieron a Antonio Rovira Busquets los solares 21 y 30 para que, junto a Jaime Cunillera Civil y José Calaf, construyeran un hotel de planta baja y piso. Para ello contaron con el ingeniero militar Alejandro Rodríguez Borlado quien firmó el diseño el 6 de marzo de 1908. El día 11 se autorizó su construcción y el 31 de octubre comienzan.
El 31 de diciembre de ese año Francisco Reina abre su Café Restaurant Universal en el Hotel pero el el 20 de abril de 1910 los dueños del hotel se lo venden a Miguel Barella y Salvador Guitart. Este momento se aprovecha para pedirle a Enrique Nieto que diseñe una ampliación del hotel. De esta manera entre 1910 y 1911 se levanta un nuevo piso y se reestructuró las estancias anteriores para pasar de 45 a 80 habitaciones de lujo.
Tiempo más tarde el hotel pasa a manos de Ramón Gironella quien lo explota hasta su cierre en 1927 cuando se sustituye por el Gran Hotel Reina Victoria, aunque el primitivo se mantuvo como complementario del nuevo.
Lo que ahí se observa es un edificio clasicista que consta de planta baja y dos niveles superiores cuyos muros están levantados con mampostería, ladrillo macizo, vigas de hierro y bovedillas de ladrillo. En esta fachada, además, se ven rejerías de hierro que eran utilizadas como soporte de los carteles del establecimiento, posee los frontones del coronamiento de los chaflanes, originalmente triangulares pero tras la ampliación redondeados y una marquesina sobre la puerta de acceso.
Actualmente sirve como edificio comercial y de viviendas y forma parte del Conjunto Histórico Artístico de la Ciudad de Melilla, un Bien de Interés Cultural.
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