martes, 11 de abril de 2023

La iglesia de tres estilos De Briones

   Las iglesias están por toda la geografía española debido a la gran cantidad de años que lleva instalado el cristianismo.

  En todas las ciudades españolas se suelen encontrar iglesias monumentales en las que se mezclan varios estilos arquitectónicos y eso es lo que pasa con la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la riojana localidad de Briones.

  El origen de esta iglesia data del siglo XVI cuando en 1521 Miguel de Ezquioga comienza la construcción de la cabecera la culmina la culmina en 1536. Tras él Juan Martínez de Mutio se hace con las obras y en 1546 levanta los dos tramos que quedaban, en los que se incluye el coro, la escalera y la portada y una primitiva torre que fue sustituida entre 1756 y 1760 por otra erigida por Martín de Beratúa y Martín de Arbe. De esta manera se observa una iglesia que mezcla el gótico isabelino con el renacentista en su construcción original y el barroco riojano en la torre.

  Su exterior está levantado en sillería y en él se observa una puerta en forma de arco de medio punto plateresca riojana, posiblemente de Juan Martínez de Mutio, en la cual a modo de retablo se trata la figura de la asunción y coronación de María ya que en toda ella se quiere exaltar a María ya que ella es la titular de la iglesia. La otra parte es la torre barroca riojana en la cual destaca su cuerpo intermedio que sirve para conjugar el fuste y el campanario. De ahí se pasa a un interior de planta de salón (de tres naves a igual altura divididas en cinco tramos y culminadas en cabecera ochavada de tres paños, todo cubierto por crucerías estrelladas de distinto trazado sujetadas por arcos apuntado apoyados en pilares cilíndricos fasciculados con base octogonal y capiteles decorados con motivos vegetales) cuyo estilo es predominantemente isabelino o Reyes Católicos y renacentista pero también barroco en el órgano de Andrés Gasparini de 1767. Aquí además se halla un Retablo Mayor comenzado en 1626 por Hernando de Murillo (padre) y culminado en 1650 por su hijo, Hernando de Murillo, ayudado por Juan de Bazcardo y Diego Jiménez. 

  Esta nave a su vez está flanqueada por capillas (Rosario, de los Hircios o Ircios, de los Perea, Sant Bárbara, de Tenorio o de la Visitación, de la presentación o del licenciado Vicio y de Juan de Castrejana), el coro donde hay una colección  de cantorrales en pergamino de a partir de 1623 y una sacristía rectangular que Francisco de la Riva Agueroi levantó en 1671 siguiendo un plano que Pedro de la Torre hizo en 1587. Ella a su vez se divide en cuatro capillas gracias a unas pilastras y está decorada por pinturas al fresco hechas por Juan Gallardo en 1791.

  Actualmente posee un gran estado y gracias a su historia y arte está catalogada como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento desde 1981 y Monumento histórico-artístico desde 1982.



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