A veces con el tiempo los edificios cesan su actividad y se quedan abandonados a espera de nuevas funciones.
En España existen muchos edificios que cuando cesaron su actividad se quedaron abandonados con el consiguiente deterioro que esto conlleva, muchos son los ejemplos y uno de ellos es el edificio Grandes Molinos Vascos ubicado en el bilbaíno barrio de Zorrotza.
Construido en la conocida como "la Punta de Zorrotza", un lugar en el que confluyen los ríos Cadagua y Nervión, frente a la península de Zorrotzaurre, y ocupando el solar que desde 1615 pertenecía al Astillero Real de Zorrotza el origen de este edificio data de los años 1923 y 1924 cuando la sociedad Grandes Molinos Vascos, creada en 1920 para la fabricación de harinas a gran escala y a la importación de maíz y otros cereales, se lo mandó levantar a Federico de Ugalde y Echevarría para servirle como fábrica. en cuabto a su localización se eligió ese punto en concreto frente a la ría para que llegaran hasta allí los barcos y que descargaran directamente a lo silos, esto hizo que también se desplegara una línea de ferrocarril.
Lo que aquí se ve es un edificio de estilo industrial vizcaíno de planta en forma de "L" siendo el ala izquierda, la más corta, donde se colocaron 23 silos de 22 metros y un almacenaje de 75 toneladas de grano ya que se tenía la intención de moler unos 200.000 kilos de trigo al año. El ala derecha es donde se colocaron cinco niveles, siendo el superior el que se conectaba con la izquierda, y dos torres.
Su fachada está levantada en hormigón y ella se ve muchos vanos, salvo en los silos, que servían para aportar luz. En esta también hay crujías y pilastras en los muros de cierre perimetrales. Todo se completa con un tejado a dos aguas y seis túneles de carga comunicados con el patio central y cinco muelles de carga al puerto como accesos.
Una vez levantado la producción comenzó en 1925 pero cinco años después el negocio quebró. Tras ello sufrió varios usos hasta que en 1946 fue adquirido por nuevos dueños quienes en 1960 se lo traspasan a Almacenes Comerciales quienes lo utilizaron como depósitos de mercancías hasta que lo abandonaron.
Ya en 1998 el edificio estaba prácticamente en escombros por lo que el Programa de Demolición de Ruinas Industriales del Gobierno vasco tiró la parte de oficinas y viviendas salvando el bloque principal, el cual en 1999 fue protegido como Bien Cultural Calificado con categoría de monumento. Esto hizo que surgieran voces que abogaban por utilizarlo como sede del Museo Vasco de la Industria y la Técnica o que se rehabilitara para algo útil pero tanto los propietarios como las instituciones finalmente han pasado de él por ello actualmente está en un estado ruinoso, aunque este considerado como uno de los edificios de patrimonio industrial más relevantes de Bizkaia.
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