Antiguamente España era un país que estaba continuamente en guerra, es por ello que era necesario la creación de lugares donde se crearan armas y un ejemplo de ello es la Real Fábrica de Armas y Municiones de la navarra localidad de Orbaizeta.
El origen de este lugar se encuentra en el 1784 cuando es ordenada por Carlos III para servir como una manufactura real que sirviera armas para el ejército español. Para su emplazamiento eligió una antigua ferrería autorizada en 1432 por Blanca I de Navarra que se dedicaba a extraer metales de la zona, sobre todo en minas de hierro. Además este lugar posee una gran cantidad de madera debido a su ubicación en el monte Aezkoa y agua suficiente para el trabajo.
Prontamente esta fábrica se convirtió en la más importante del norte de España (llegaron a trabajar 150 personas que vivían en ella junto a su familia y tropas que la custodiaban) junto a la Real Fábrica de Armas de Trubia (Asturias) es por ello que durante la Guerra de la Independencia los franceses la ocuparon y destruyeron en parte. Tras ello los militares españoles la volvieron a emplear pero ahí entraron en un litigio contra los vecinos del Valle de Aezkoa ibarra (Selva de Irati) quienes la reclamaban para si, esto finalmente derivó en su cierre en 1884.
Debido a su cese de actividad la fábrica se abandonó lo que hizo que entrara en un proceso de ruina que la ha llevado hasta su aspecto actual. Unos restos en los que apenas se distinguen parte de sus muros exteriores, los hornos y la canalización del río Legartza, todo cubierto de maleza.
Actualmente está catalogada como Bien de Interés Cultural, es por ello que hay proyectos para restaurarla pero como todavía no se han llevado acabo está incluida en la Lista Roja de patrimonio en peligro de la asociación Hispania Nostra.
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