jueves, 25 de mayo de 2023

La torre que protegía la sal

   Las atalayas formaban una gran parte del entramado defensivo de las ciudades durante muchos siglos de inestabilidad.

  Las ciudades durante la Edad Media necesitaban ser protegidas de los posibles ataques que pudieran sufrir y las atalayas eran un gran sistema para ello. Es por esto que se pueden encontrar muchas a lo ancho de España y un ejemplo es la Torre del Condestable ubicada en Fontecha, un concejo perteneciente al alavés municipio de Lantarón.

  Esta torre se enclava muy cerca de la antigua calzada romana que unía Aquitania a Astorga, un camino clave para el comercio de la sal ya que Fontecha la recogía desde las Salinas de Añana y las distribuía a Castilla y Bizkaia, es por eso que debía defenderse la zona de posibles ataques que quisieran llevarse este producto. Es por ello que en el siglo XIV o XV se erige esta torre cuyos primeros señores fueron los Solórzano y tras ellos, por matrimonio, los Velasco quienes eran Condestables de Castilla, de ahí su nombre.

  Lo que aquí se observa es una torre de 20 metros cuadrada eminentemente militar, como así lo atestigua su falta de vanos y la cantidad de elementos defensivos (garitones, cadalsos y saeteras) que posee (hay evidencias de una posible muralla pero ya no queda nada de ella), cuyos muros se levantan con piedra de sillería arenisca y culminan en una almena con garitones en las cuatro esquinas sujetados por tres modillones sesgados. Además tiene ventanas centrales geminadas protegidas por saeteras y una puerta con dovelas presidida por el escudo de los Solórzano (cuarteado con flores de lis y tres hoces). De ahí se pasa a un interior con planta baja, dos pisos más y terraza. Por último hay otra puerta de época posterior adintelada con madera y una ventana partida por un parteluz decorado con bolas, muy típico de los tiempos de los Reyes Católicos.

  Actualmente su exterior presenta un gran estado pero su interior está totalmente hueco ya que la mayoría de sus elementos de madera no se han conservado pero esto no ha impedido que sea nombrada Bien de Interés Cultural.



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