sábado, 10 de junio de 2023

El templo cacereño que se salvó de la inundación

   Los restos romanos son algo que podemos encontrar en muchas ciudades debido al tiempo que aquí estuvieron.

  La larga presencia de Roma en Hispania ha hecho que haya en España un legado grande tanto en idiomas, costumbres y patrimonio. Muchos son los ejemplos de restos de antiguos edificios de esa época y un ejemplo es el Templo romano de Augustóbriga, más conocido como Los Mármoles, ubicado en el Embalse de Valdecañas muy cerca de la cacereña localidad de Bohonal de Ibor.

  El origen de este edificio está en el siglo II se levanta en el foro de Augustóbriga (posteriormente convertida en Talavera la Vieja) junto a otro templo gemelo del que solo quedan algunos restos bajo edificios. A su vez estaba enfrente del templo principal de la ciudad que estaba dedicado a Júpiter, también conocido como Templo de la Cilla, y entre medias estaba el foro. Con el tiempo el templo fue abandonado quedando como se ve actualmente.

  Lo que aquí se observa un templo rectangular cuyo basamento, antiguamente ubicado tras una escalinata, son sillares de granito que recorren en forma de moldura toda la base salvo por un hueco en el cual estaba la puerta. Sobre ella aparecen cuatro columnas, dos frontales y dos laterales, que conformaban el pórtico tras el cual aparecería la cella o sala cerrada, el lugar donde estaría la estatua de la deidad, que se desconoce quien sería, y donde se quemaba el incienso. De este lugar no queda nada porque se cree que se la llevaron para reutilizar sus materiales en otro lugar.

  Estas columnas se apoyan sobre basas de doble toro pero sin plinto y sus fustes son estriados y se forman por siete sillares cilíndricos cada uno. Encima de ellos están los capiteles y nos salientes que seguramente valdrían para un revestimiento de estuco con capiteles de estilo corintio que sujetaban un arquitrabe y sobre él una cornisa corrida de la que solo quedan tres sillares. Este estuco antiguamente brillaría como el mármol de ahí su nombre.

  Todo se completa con un arco donde estaba el tímpano del frontón, algo muy infrecuente en la arquitectura romana ya que se suelen ver en templos de Alejandría o Siria y que no se sabe si era para descarga o para dar luz. 

  Precisamente este arco es el que da lugar a una leyenda de cuando se creía que el templo era musulmán. Se dice que en este edificio un rey árabe encerró a su hija para evitar sus amores con un cristiano. Según el mito las columnas eran altas para mantener a la chica separada del suelo y el arco era la única puerta. Es por ella por la que se alimentaba a la joven subiéndole una cesta cada día, pero una de esas jornadas, en un racimo de uvas, se coló una víbora que la mordió y la mató.

  En cuanto a su ubicación actual esta se debe a que la construcción del embalse de Valdecañas en 1957 inundó por completo Talavera la Vieja (Talaverilla), por ello se decidió trasladar los restos a Peraleda de la Mata pero una disputa con los dueños de la finca obligó a un nuevo traslado a donde está ahora, un lugar en el que también hay tres columnas del templo de Júpiter que se levantó enfrente de él.

  Actualmente posee un buen aspecto pese a sus avatares y gracias a toda su historia está protegido como Bien de Interés Cultural desde 1931, esta categoría fue la que le salvó de ser inundado.



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