No todos los castillos han llegado en buen estado a nuestros días, algunos están en ruinas que aún se pueden ver.
España es un país que posee una gran cantidad de castillos que han llegado en muy buen estado a la actualidad pero hay otros de los que solo quedan restos y un ejemplo es el castillo de Castro el Viejo ubicado en el yacimiento arqueológico de Torreparedones, un lugar que se encuentra entre las cordobesas localidades de Baena y Castro del Río.
Sobre una colina en la cual se han hallado restos íberos y romanos (este yacimiento es uno de los más importante de Córdoba) se levantó en el siglo XIII una fortaleza defensiva que se encargaría de vigilar el camino que unía Córdoba con Granada para evitar que los nazaríes granadinos atacaran la ciudad ya que a partir de 1240 esta zona que iba por por la vega del río Guadajoz se convierte en la frontera entre la ya cristianizada Córdoba y el aún reino musulmán de Granada. Debido a este carácter defensivo el castillo no estaba destinado para vivienda de ningún señor sino a alojar a un grupo de soldados junto aun alcaide que lo mantendrían.
Ya en 1269 Alfonso X de Castilla se lo cede a Fernán Alonso de Lastres, alcalde de Baena, pero su hijo se lo vende al señor de Espejo y Castro el Viejo para pagar su rescate. De esta manera se mantiene hasta 1348 cuando el Consejo de Córdoba solicita que se le arrebate a Pedro Díaz de Aguayo y se ponga bajo custodia del alguacil mayor de Córdoba, Fernández Álvarez. Su siguiente dueño fue Enrique IV cuando en 1469 Luis Portocarrero, señor de Palma, lo conquista en su nombre. De esta manera pasa a manos de Castilla hasta 1ue en 1492, tras la toma de Granada por los Reyes Católicos, pierde su función y queda abandonado. Un suceso que le da el aspecto actual.
Lo que aquí se observa es un castillo que originalmente era cuadrado fabricado en mampostería cuyas piedras son labradas y se disponen en hileras fundamentalmente a tizón. Las esquinas, además, se refuerzan con cuadradas macizas en su base y con cámaras abovedadas en la parte alta. Ahora lo que se conserva es la torre sureste, en la que se ven tres de sus cars con vanos, dos cuerpos no macizos y parte de una bóveda baída encofrada de mortero. También queda restos del patio de armas donde se ubica un aljibe abovedado y trozos una línea de muralla exterior.
Actualmente es visitable gracias a unas reformas llevadas a cabo entre 2011 y 2015 por el arquitecto y restaurador José Manuel Reyes Alcalá quien recuperó la torre e instaló un mirador en la cubierta.
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