En cualquier localidad se pueden encontrar fortalezas ya que los nobles o los reyes las levantaban para servirles tanto como vivienda como defensa para un lugar. En siglos posteriores esta utilidad se fue perdiendo por ello muchos se destruyeron pero otros se reconvirtieron y se mantienen en buen estado como el castillo o castelo de Maceda ubicado en la homónima ourensana localidad.
El origen de esta fortaleza se sitúa a finales del siglo XI cuando se comienza a levantar la Torre del homenaje seguramente por iniciativa real. Un tiempo después este castillo estaba en manos del conde de Trava y de su mujer, la condesa de Portugal Teresa de Leão, quienes se lo cedieron en dote a Xoán Ares de Novoa cuando este se casó con su hija María Fernández.
Durante este tiempo es cuando se fue transformando en el castillo que se ve actualmente y es que durante sus siglos de vida se fue adaptando de fortaleza defensiva a morada. De esta manera se ve una torre del Homenaje cuadrada (esta es la parte más antigua del castillo) a la que se entra a través de una puerta con arco de vuelta perfecta. En la primera planta se ven dos aspilleras y la segunda se cambió por completo a sus nuevas funciones. A esta torre la cierra cerca recorrida por un adarve y ballesteras que además delimitan el patio de armas, en el cual hay una cisterna excavada en la roca que llega hasta el río Chaioso.
Es en la Edad Moderna cuando ya se adapta todo el conjunto con un aire más palaciego que prácticamente elimina todo lo defensivo salvo una muralla exterior cuadrada llena de almenas con ballesteras y otras con agujeros. Además se compone de una torre cuadrada en una esquina y otra de planta circular en el vértice contario.
Del resto de su historia se sabe que, hasta que cumplió 11 años, fue el lugar de vivienda del infante Alfonso de Castilla (futuro Alfonso X), que fue atacado y arrasado por los irmandiños de Diego de Lemos durante la Revuelta Irmandiña (1467-1469) y que posteriormente pasó a manos de la familia Tabuada, es decir, a la del pazo de Fefiñáns de Cambados.
A partir de l siglo XVII el complejo se fue deteriorando lo que obligó a que en 1993 el Ayuntamiento lo adquiriera y lo restaurara. Tras ello lo abrió como hotel-monumento, un uso que mantiene en la actualidad. Además desde 1994 es Bien de Interés Cultural dentro del catálogo de monumentos del patrimonio histórico de España.
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