jueves, 3 de agosto de 2023

El edificio colorado melillense

   Las nuevas tendencias artísticas están presentes en todas las ciudades españolas en sus distintos edificios.

  Melilla es una ciudad en la que las tendencias artísticas de finales del siglo XIX y principios del XX calaron muy fuerte es por ello que podemos encontrar una gran cantidad de edificios de este tipo y uno de ellos es el Edificio Rojo.

  El origen de este lugar está en 1932 se le encargó a Enrique Nieto el diseño de una construcción que sirviera para alquiler de viviendas y locales comerciales. Sin embargo, las obras acaecidas entre 1934 y 1935 las llevó a cabo Juan Sánchez siguiendo el los planos de Nieto.

  De esta manera surge un edificio Art decó levantado con paredes de mampostería de piedra local y ladrillo macizo al que se le suman vigas de hierro y bovedillas del mismo ladrillo. Además consta de planta baja, entraplanta y tres niveles superiores. La pare inferior son unos muros donde se instalaron los locales y el portal. Sobre ellos está la entreplanta la cual posee vanos adintelados, con claves, balconcillos y grandes ménsulas que dan paso a los tres siguientes niveles que son iguales que la entreplanta. Todo se completa con balcones abaulaustradas en la fachada principal y rejerías en la secundaria, un chaflan en la esquina y se corona con petos en la azotea con balaustres y un tambor con cúpula gallonada que corona el chaflán.

  Del resto de su historia se sabe que en 2009 se hizo obligatoria una reforma llevada a cabo por Marco Antonio Pérez Aguilera y Benito Manuel Perelló González Moreno, que actualmente funciona igual que en sus inicios y que forma parte del Conjunto Histórico Artístico de la Ciudad de Melilla, un Bien de Interés Cultural.



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