En todas las ciudades podemos encontrar edificios que en un principio sirvieron para vivienda de una familia pero con el tiempo fueron otras quienes la ocuparon y eso pasa con el palacio Vinader ubicado en Murcia.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII Salvador Vinader, Capitán de los Ejércitos Reales y regidor del concejo de Murcia (ascendente de los marqueses de Torre Octavio) pidió construir una vivienda en Murcia en estilo barroco tirando hacia el rococó. Para sus muros se eligió el ladrillo como material el ladrillo siguiendo así el prototipo de la arquitectura civil de la época en Murcia y dejando la piedra solo para la puerta de entrada y las esquinas. Parte de este material, además, lo sacaron de parte de la muralla árabe y su revellín, justo de la zona donde estaba la puerta o portillo de Santo Domingo.
De esta manera en su exterior se ve una fachada rectangular (formada por semisótano, entresuelo, planta principal o noble, y desvanes o cámaras) en la se pueden ver ventanas enmarcadas en la planta noble y una puerta con un escudo nobiliario de los Vinader.
Del resto de su historia se sabe que en el siglo XIX tras los Vinader fue la familia García Perea quien se hizo con la propiedad y quienes la mantienen actualmente, eso sí, con algunos cambios ya que el semisótano ahora son locales comerciales. Además desde 1990 está declarado Bien de Interés Cultural.
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