Debido a los siglos que Roma pasó en Hispania se ha quedado un legado tanto cultural como patrimonial que aún hoy día conservamos. En cuanto a los edificios que construyeron muchos de ellos se destruyeron pero otros, en cambio, siguen en pie en un relativo buen estado y un ejemplo de ello es el Arco romano de la castellonense localidad de Cabanes.
No está clara la época de construcción de este monumento pero al fijarse en sus características constructivas como los modelos utilizados en Roma se puede situar en torno al siglo II d.C. A esto se le suma que a sus pies se hallaron varias monedas de ese tiempo y que se asemeja a otros arcos levantados en ese siglo por lo que todo apunta a que efectivamente es de ese tiempo. En cuanto a su utilidad tampoco se conoce a que se debió su levantamiento pero se cree que sería un arco del triunfo privado, de carácter honorífico-funerario, unido a alguna villa rural romana o palacete de la que no quedan restos y muy cerca de la Vía Augusta.
Lo que ahora se ve es un arco incompleto, de unos 5,80 metros por 6,92 de ancho, del que solo se conservan los dos pilares y el arco mientras que el entablamento y las enjutas han desaparecido. Esto pudo pasar porque algunas de sus piedras se pudieron reutilizar en otras construcciones y de hecho algunos de sus sillares se han encontrado vaciados y convertidos en abrevadero para el ganado, además de haber sido expoliado en varias ocasiones.
Como decoración solo le quedan las molduras de las impostas y los plintos y un escudo de Vilafamés que se le labró en el siglo XVIII cuando el arco se usó como mojón para la delimitación de los términos municipales de Cabanes y Vilafamés.
Actualmente presenta un relativo buen estado y es de una gran importancia para conocer las construcciones de su siglo y la importancia de la Vía Augusta por ello se le ha declarado Monumento Histórico-Artístico, y forma parte del Tesoro Artístico Nacional desde 1931.
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