Los entramados defensivos eran algo muy importante para mantener a salvo las poblaciones. Lo principal de estos sistemas eran las murallas pero las atalayas algo alejadas de ellas también jugaban un papel fundamental al poder otear desde lejos posibles ataques y un ejemplo de ello es la Torre de La Cañada levantada a pocos kilómetros de la granadina localidad de Cortes de Baza.
No se sabe con seguridad cuando se erigió esta torre pero sí que fue en durante la época nazarí y que no estaba asociada a ninguna ciudad sino que se utilizaba para transmitir información de manera rápida. Es por ello que lo que aquí se ve es una atalaya solitaria de planta circular con unas dimensiones de 3,64 metros de diámetro y aproximadamente 7 metros de altura y cuyos muros se fabricaron con mampostería de grandes piedra puestas en hiladas y delimitadas por lajas de jabaluna. La puerta se encuentra a 4,5 metros de altura y conserva un segundo arco de medio en la zona superior hecho por piedras de jabaluna puestas a modo de dovelas. De ahí se pasa a un interior en el que solo se conserva el arranque de la falsa bóveda, el hueco de acceso a la terraza, el suelo de tierra apisonada con cal y un atanor cerámico que seguramente se usaba como letrina.
Actualmente presenta un relativo buen estado ya que solo le falta terraza y es uno de los mejores ejemplos para conocer como eran las atalayas de avisos durante la etapa nazarí.
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