jueves, 15 de febrero de 2024

La torre museo sobre la convivencia

   Toda ciudad debe ser protegida de posibles ataques y en ese entramado las torres eran algo muy importante.

  Durante la de Al-Andalus las batallas entre cristianos y musulmanes por el control de las ciudades eran muy frecuentes por ello era obligatorio la construcción de defensas que permitieran evitar esos ataques. Dentro de estos entramados las torres tenían un papel fundamental por ello podemos encontrar una gran cantidad de este tipo de edificaciones siendo un ejemplo la Torre de la Calahorra de Córdoba.

  No se conoce la fecha exacta de su construcción ya que la primera referencia a esta torre, con el nombre de qala’at al-hurriya, data del 1236 cuando Qurtuba es conquistada por las tropas del rey Fernando III de Castilla. Por ese tiempo era únicamente una meramente defensiva ubicada al final del puente romano y cuya función era la de evitar ataques. Ya en el siglo XIV, tras la Primera guerra civil castellana en la cual el rey Pedro I es derrotado por su hermano Enrique II de Castilla, se vuelve a nombrar esta torre ya que el nuevo monarca le añade un foso y quizá una segunda torre, aunque se piensa que realmente en su origen ya contaba con dos torres unidas por un arco de medio punto y el puente pasaba por debajo. Un poco más tarde el propio Enrique añade una tercera torre uniendo todas mediante dos cilindros con la misma altura.

  De esta manera se ve una torre con planta de cruz de tres brazos y con apenas decoración ya que en su exterior solo cuenta con elementos defensivos como troneras o una barbacana de construcción posterior. En su tiempo su interior era también simple.

  Del resto de su historia se sabe que sirvió como prisión de nobles, centro educativo femenino y cuartel de la Guardia Civil hasta que en 1952 el entonces alcalde Antonio Cruz-Conde consigue su cesión para restaurarla y ubicar en su interior una exposición sobre  el V centenario del nacimiento del Gran Capitán con objetos cedidos por la Armería Real, el Museo del Ejército o el Archivo de Simancas. Tras su finalización se abrió como sede del Museo Histórico de la Ciudad.

  Para 1987 su gestión pasa a Instituto para el Diálogo de las Culturas (Fundación Roger Garaudy) quien instala en su interior el Museo Vivo de al-Ándalus.

  Actualmente sigue funcionando como museo y sede de la Fundación Paradigma Córdoba para la Convivencia. En este museo se hace un recorrido por la Córdoba de las tres culturas en el cual se ensalza el papel de cristianos, judíos y musulmanes en la historia de la ciudad a través de objetos, maquetas, vídeos, música... Además de todo esto, y debido a su importancia histórico-artística, es Bien de Interés Cultural y forma parte del conjunto patrimonio de la humanidad "Centro histórico de Córdoba".



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