El castillo que se salvó de los rebeldes

   La Edad Media fue muy proclive en la construcción de castillos, fortalezas que aún están en pie en buen estado.

  Galicia era uno de los que más peligro de ataque corría durante la Edad Media por ello era importante la creación de lugares que permitieran proteger el terreno. Es por esto que se pueden encontrar muchas fortalezas y un ejemplo de ello es el castillo de Pambre ubicado en la lucense localidad de Palas de Rei.

  Según una leyenda el castillo fue levantado por un hechicero durante una noche pero verdaderamente su fundador es Gonzalo Ozores de Ulloa quien lo ordenó en 1375. Para ello lo ubicó sobre un promontorio rocoso que le permitía controlar todo el terreno a su alrededor y evitar posibles ataques.

  Así se observa una fortaleza cuadrada rodeada por una muralla exterior de un grosor de entre 2 y 2,5 metros, aunque aumenta hasta 5 en su puerta de acceso la cual es un arco de medio punto decorado con las armas de los Ulloa y a pocos pasos de ella aparece la capilla de San Pedro del siglo XII. Todo se completa con cuatro torres almenadas cuadradas en las esquinas más la torre del Homenaje interior de 11 metros y una altura de 3 plantas (la primera es ciega, la segunda tiene cinco metros y en ella hay vestigios de una comunicación con la muralla, y la tercera posee un ventanal de arcos apuntados).

  Desde su construcción se convirtió en un punto clave es por ello que fue protagonista entre las luchas de Pedro I y Enrique de Trastámara, luego entre la nobleza y el arzobispo de Santiago, don Alonso de Fonseca y Acevedo y por alguna causa no fue derribado durante la Revuelta Irmandiña de 1467. A partir de 1484 sus propietarios fueron los condes de Monterrei, un título que desde el siglo XVIII lo ostentan los duques de Alba, es por esto que en el siglo XIX el duque de Alba se lo cede a la familia Moreiras, en 1895 se le traspasa a José Soto y este a Manuel Taboada Fernández, conde de Borraxeiros, quien a su vez se lo dona en testamento a la institución religiosa de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres. Por último la Xunta de Galicia lo adquirió en 2012.

  Desde que está en manos públicas ha sufrido una gran restauración que ha permitido su reapertura como un lugar expositivo sobre su historia. Además es Bien de Interés Cultural, en sus alrededores se realiza la llamada noche irmandiña donde se hace una toma simbólica del castillo y desde 2015, cuando se amplió la lista, está dentro del conjunto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO "Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España".