Entre los siglos XVII y XIX en la cántabra localidad de La Cavada, capital del municipio de Riotuerto, estuvo enclavada la Real Fábrica de Artillería de La Cavada, la considerada como la primera siderurgia e industria armamentística de España. Debido a su importancia estaba rodeado de una muralla en la que había una puerta que posteriormente fue cambiada por la Portalada o Arco de Carlos III.
En 1783 el arquitecto de la Marina Francisco de Solinís diseñó una nueva puerta monumental para sustituir a la original, esto lo hizo para ensalzar la figura del rey Carlos III por su constante apoyo a la fábrica y por el éxito que tenía además de darle una mayor seguridad, y para ello se inspiró en la puertas monumentales que se estaban levantando en Madrid. En 1784 culminaron las obras dando como resultado una puerta neoclásica en la que se observa un arco de medio punto rodeado por dos pilastras que sujetan un frontón triangular. Todo estas piezas se ensamblan mediante una soldada colada de plomo y hierro que le da una sensación de ser un único bloque y se decora con una reja y una inscripción que reza "Carlos III Rey. Año 1784".
Con el tiempo la fábrica y la muralla desapareció quedando únicamente en pie la puerta la cual se protegió como Bien de interés cultural el 17 de enero de 1985.
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