El acueducto que el Diablo levantó en Tarraco

   Toda sociedad necesitaba agua para sobrevivir por ello había que trasladarla hasta el lugar donde habitaban.

  Toda población necesita agua para poder sobrevivir y llevar a cabo sus actividades diarias, pero a veces el líquido elemento se encontraba lejos de ella y había que llevarlo de alguna manera. Es así como surgieron las conducciones y una de ellas es el acueducto de Ferreres, también conocido como Pont del Diable y que se sitúa en Tarragona.

  El origen de esta construcción está en el siglo I, en la época del emperador Augusto, cuando se erigió para llevar agua desde río Francolí hasta Tarraco, a unos 4 kilómetros de distancia. Para ello Se levantaron dos hileras de arcos superpuestos de de sillares unidos en seco. Todo ello con unas dimensiones de 217 metros de largo por 27 metros de altura máxima y un desnivel de 40 centímetros.

 En cuanto a su nombre este viene por una leyenda que dice que cuando el constructor lo estaba construyendo, teniendo las dos arcadas ya levantadas, vino una fuerte tormenta que arrasó con todo. Esto le causó una gran desesperación que le llevó a decir que solo el Diablo sería capaz de erigirlo y que durara más de mil años. Al terminar de pronunciar estas palabras Satanás en persona se le apareció y le contó que esa misma noche él concluiría las obras utilizando piedra de la cantera del Mèdol, lo que garantizaría una durabilidad eterna pero a cambio quería una recompensa. El constructor entonces le ofreció treinta bolsas llenas de monedas de oro y plata, algo que no satisfizo a Satán pues él quería el alma de la primera persona que bebiera del agua que ese acueducto transportara. Los obreros aceptaron pero urdieron un plan para engañarle. De esta manera mientras Lucifer construía el acueducto los operarios tomaron un burro y lo colocaron en el extremo de la conducción. Finalmente el Demonio terminó las obras y el agua empezó a correr siendo el pollino el primero en beber. Así es como consiguieron concluir la obra y hacer que el Diablo no se llevase el alma de ninguna persona. 

  Actualmente el tramo que aún sigue en pie conserva un gran estado lo que le ha valido ser Bien de Interés Cultural y formar parte del conjunto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO "Conjunto arqueológico de Tarragona".