En toda ciudad sus habitantes necesitan adquirir productos para poder continuar con su vida. Es por ello que se crearon lugares específicos para ello y un ejemplo de esto es el Mercado de San Juan sito en Salamanca.
Con el crecimiento de Salamanca se hizo obligatorio la construcción de establecimientos donde la gente pudiera comprar los bienes que necesitaban, es por esto que en 1936 el Ayuntamiento tomó la decisión de levantar un mercado nuevo pero la Guerra Civil lo paralizó. Ya en 1939 Luis Gutiérrez Soto y Javier Barroso y Sánchez-Guerra presentaron el nuevo diseño y para 1942 el arquitecto municipal Ricardo Pérez Fernández comenzó las obras siguiéndolos y culminándolo en 1945.
Se trata de un edificio de estilo racionalista con planta rectangular y cubierto por una bóveda de perfil arqueado sujetada por unos muros recorridos por grandes ventanas que aportan la luz. En el exterior se observa una portada con un soportal erigido a semejanza de la Plaza Mayor con conchas en las enjutas y dos grandes escudos de Salamanca. De ahí se pasa a la gran nave donde están los puestos y al norte está el muelle de carga.
Actualmente presenta un aspecto bastante renovado ya que en 1990 se le remodeló por completo pero esto no ha hecho que pierda su esencia, la cual le ha valido para ser Bien de Interés Cultural.
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