El rollo que impartía justicia a los ocañenses

   La justicia real había que mostrarla de alguna manera y es por ello que se crearon rollos donde escribir lo que se había ordenado.

  Durante la Edad Media las comunicaciones no eran rápidas por ello había que crear lugares donde se intalaran las ordenes que se daban. Así nacieron los Rollos de justicia o Picota y uno de ellos se sitúa en la toledana localidad de Ocaña.

  Durante el medievo se instaló en Ocaña un primitivo rollo juridiscional para poner en él las órdenes que llegaban a la ciudad. Por ese tiempo la ciudad estaba bajo dominio de la Orden de Santiago así que, con casi toda seguridad, ellos fueron quines lo levantaron.

  Sin embargo el que se ve ahora es gótico del siglo XV ya que el otro estaba muy dañado y se necesitaba uno nuevo pero se levantó a su imagen y semejanza. De esta manera se ve un basamento que sostiene ocho pilares de caliza separados en dos por un fuste a modo de capitel. Sobre él aparece el segundo cuerpo que sujeta un collarino ornamentado con perlas del que surge un templete vacío formado por columnas y arcos y que se corona por una cruz.

  Del resto de su historia se sabe que en sus inicios estaba en el centro de la localidad, en el siglo XVI el Consistorio lo llevó a las afueras y desde 1986 está en su ubicación actual.