La casa de la provincia de Pontevedra

   Toda institución necesita de lugares donde poner sus oficinas y para ello levantaron edificios nuevos u ocuparon algunos existentes.

  Antiguamente las instituciones de gobierno se solían reunir en iglesias u otros edificios que no se levantaron para tal fin. Esto suponía que fueran incomodos para llevar a cabo las funciones que debían realizar por eso solían ordenar levantar sus propias oficinas y un ejemplo de ello es el Palacio o Pazo de la Diputación de Pontevedra.

  La Diputación pontevedresa se constituyó en 1836 y eligió como lugar de reunión el convento de san Francisco y posteriormente el edificio que ahora ocupa la delegación del Ministerio de Hacienda. Como esto no era la situación ideal las autoridades entran en contacto con el Ayuntamiento de Pontevedra para adquirir un solar y 1883 aprueban el proyecto que un año antes les habían presentado Domingo Rodríguez Sesmero y su hijo Alejandro Sesmero, aunque con algunos cambios. Ya en 1884 se adquieren los terrenos y comienzan las obras bajo la dirección de Daniel Rodríguez Vaamonde, quien fue sustituido posteriormente por Antonio Crespo y Siro Borrajo. En 1890 queda todo terminado.

  De esta manera se observa un exterior ecléctico de cinco cuerpos (central, dos medianos y dos laterales) y dos niveles. En la parte baja central se observa una entrada en forma de Arco del Triunfo compuesto por tres puertas con arcos de medio punto separadas por cuatro columnas jónicas, con fustes estriados y base clásica, que sujetan un balcón corrido en forma de cornisa que contienen otras tres puertas con otras cuatro columnas que dan al Salón Noble. Por encima aparecen tres claraboyas y el frontón central triangular con el escudo de provincial.

  Los cuerpos medios son sobrios y solo se recorren por dos ventanas por piso, y los laterales solo poseen una en la parte baja, dos enmarcadas entre pilastras jónicas en la superior y acaban en redondo.

  Su interior posee una escalera monumental que comunica sus dos plantas las cuales se iluminan por grandes lucernarios en el techo. En el piso bajo es donde se encuentra el vestíbulo sujetado por grandes pilares rematados por un gran lucernario y una vidriera con el escudo de la provincia de Pontevedra. En la segunda planta se halla el Salón de Plenos decorado con yeserías antiguas.

  Actualmente presenta un gran estado ya que sigue en uso y es uno de los edificios más monumentales de la ciudad.