Las piedras que separaron Castilla de Aragón

   Cuando un territorio es conquistado puede haber problemas con sus fronteras por ello había que delimitarlas.

  Tras las conquistas de las ciudades musulmanas por parte de los cristianos a veces surgían problemas para delimitar las fronteras entre unas coronas y otras. Es por esto que había que colocar algo para que se supiera donde terminaba una y empezaba otra y es así como surgieron los Mojones del Reino ubicados en la murciana localidad de Beniel.

  Tras la total conquista de la taifa de Mursiya por Castilla surgió un problema con la Corona de Aragón para saber cual iban a ser los límites territoriales de ambos reinos. En 1244 se hace un primer intento de delimitar la frontera con el Tratado de Almizra por el cual se fijaban las líneas del reino de Valencia, este fue firmado por Jaime I de Aragón y el infante Alfonso de Castilla el 26 de marzo, pero todavía quedaba zona por pactar. Ya en 1266, tras el fracaso la rebelión de los mudéjares, Alfonso X de Castilla reparte todos los territorios que consideraba castellanos, algo que no convención del todo a Aragón. Esto llevó a varias disputas que se intentaron solventan con la Sentencia arbitral de Torrellas donde ya se llegó a un acuerdo que se ratificó un año después con el Tratado de Elche firmado por los representantes de Fernando IV de Castilla y Jaime II de Aragón. De esta manera Beniel quedaba dentro de Castilla y lo quieso representar colocando dos mojones reales.

  Sin embargo, los que se ven ahora no son los originales ya que estos se dañaron bastante con el paso de los años por ello en tiempos de Carlos III se sustituyeron por otros pero con una estética similar, es decir, unos monolitos de caliza levantados sobre una base cúbica en forma de pirámide.

  A lo largo de los años los monolitos han sufrido nuevas restauraciones, siendo la última la menos respetuosa ya que se movió uno de ellos para agrandar la carretera y se enlucieron ambos con cemento tapando su piedra original.

  Actualmente los mojones, también conocidos como "Los Pinochos", siguen con su función ya que siguen separando las provincias de Murcia de Alicante y por ende, la Región de Murcia de la Comunidad Valenciana.