martes, 4 de junio de 2024

El casino que pasó a ayuntamiento

   Toda ciudad está regida por un alcalde que debe llevar el poder desde algún lugar por eso se crearon edificios que lo permitieran.

  En muchas ocasiones los edificios que se levantaron para una finalidad cesan su actividad y caen en el abandono. Ahí suelen aparecer las instituciones públicas para rehabilitarlos y darle un nuevo uso y eso es lo que pasó con la casa consistorial de San Sebastián (donostiako udaletxea).

  La vida de esta construcción comienza en 1882 cuando Adolfo Morales de los Ríos y Luis Aladrén Mendivil comienzan sus obras, sobre los jardines de Alderdi Eder, para albergar el nuevo Gran Casino de San Sebastián. Las concluyeron en 1887 pudiendo ser inaugurado el 1 de julio. El motivo para erigirlo es que la ciudad era un referente de la Belle Epoque además de un destino turístico importante para la gente adinerada, personas que demandaban este tipo de ocio.

  En cuanto a su arquitectura se trata de un edificio monumental de estilo ecléctico que se inspira en las construcciones de otros casinos que se levantaron con anterioridad en otras ciudades también bastante concurridas en verano.

  Su función como casino fue un éxito pero en 1924 el dictador Miguel Primo de Rivera prohibió el juego y decretó el cierre de estos lugares de ocio. Es ahî cuando cesa su actividad y queda abandonado hasta que el 20 de enero de 1947 el Ayuntamiento decide abandonar su antigua sede de la plaza de la Constitución e instalarse en él.

  Actualmente sigue siendo funcionando como consistorio donostiarra y gracias a su arte está catalogado como Bien de Interés Cultural y patrimonio construido vasco destacado.



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