martes, 18 de junio de 2024

El origen de los colegios

   La enseñanza es algo muy importante para una sociedad por ello se necesitaron de lugares donde impartir las clases.

  Para que una sociedad avance es necesario educar a las personas en distintos ámbitos. Para ello había que crear edificios donde impartir las clases y uno de ellos es el que alberga las Escuelas Graduadas de la murciana localidad de Cartagena.

  A finales del siglo XIX Cartagena estaba en una época de una gran bonanza económica que no querían perder, es ahí cuando el maestro Enrique Martínez Muñoz junto a Félix Martí Alpera le piden al alcalde Mariano Sanz Zabala la construcción de una nueva escuela. Era el año 1887 cuando se plantó una semilla cuyos brotes surgieron el 9 de diciembre de 1900 cuando Mariano Sanz, en presencia de Antonio García Alix, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y diputado por Cartagena, y Miguel de Unamuno, coloca la primera piedra de una construcción diseñada por Tomás Rico Valarino. 

  En 1903 terminaron las obras dando como resultado un edificio, entre el neomydéjar y el eclecticismo, que se levantó con mampostería rústica y ladrillo, más piedras reutilizadas de la muralla de Carlos III. Además presenta toques modernistas en los frontones escalonados, racionalistas en las ventanas de la planta baja donde las vigas de hierro del dintel quedan descubiertas y se reforzan con pilares de ladrillo. Pero sin duda donde más incapie se hizo fue en las ventanas para crear un espacio bien iluminado y ventilado.

  En 1902, mientras el edificio se construía, Enrique Martínez Muñoz y Félix Martí Alpera viaharon por Francia, Bélgica, Alemania, Suiza e Italia para conocer como eran las escuelas allí y al regresar dijeron que esta nueva debía ser moderna, gradual, amplia e higiénica, que infundiera amor por el estdio y que también se prestara atención al aire, espacio y ejercicio ya que así se prevenían enfermedades. 

  El 5 de octubre de 1903 abre sus puertas siendo la primera escuela de España donde se dividían a los alumnos por edades (en su interior había dos escuelas con cuatro aulas cada una), tenía una jornada escolar estable y se implantaron métodos y conocimientos distintos para cada curso. Una idea tan revolucionaria que hizo que el intelectual Joaquín Costa apodara a Cartagena como la "Covadonga de la Enseñanza". 

  Todo cambió tras la Guerra Civil ya que el edificio pasa a ser los juzgados militares. Posteriormente se abandona hasta que en 1995 se rehabilita y se abre como como centro de usos sociales y culturales.

  Actualmente siguen albergando oficinas aunque hay una propuesta para instalar en ellas el futuro Museo de la Enseñanza, un lugar bastante apropiado ya que estas escuelas son el origen de los actuales Centros de Enseñanza. Además el edificio está declarado Bien de Interés Cultural desde 21 de mayo de 2004.



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