La nobleza se solían levantar palacios allá donde pasaban ratos de ocio, casas que creaban también para alojar a ilustres habitantes y un ejemplo de ello es el palacio de Sobrellano o del marqués de Comillas ubicado en la cántabra localidad de Comillas.
En 1882 Antonio López del Piélago y López de Lamadrid, I Marqués de Comillas, decide levantarse una residencia de verano en Comillas ya que él era natural de allí. Para ello cuenta con Joan Martorell i Montells, quien con anterioridad ya había levantado para él la capilla-panteón que está a su lado (en próximas entradas la describiré). Lasobras culminan en 1888, esto hizo que el marqués no pudiera verlo al fallecer en 1883.
Se trata de un edificio neogótico de planta rectangular en cuyo exterior se plasman toques modernistas al integrarse varias artes. De ahí se pasa a un interior cuyas estancias más importantes como la sala del billar, el comedor, la sala del trono, la biblioteca y el museo del II Marqués están ricamente decoradas y construidas con materiales nobles. Así se pueden ver madera de roble y ébano para los suelos, nogal en las puertas o alabastro en la escalera del vestíbulo la cual es de doble tiro y se ilumina, en forma cenital, por una claraboya de vidrieras polícromas y las chimeneas, todo ello diseñado por Cristóbal Cascante.
Pero sin duda la sala más artítica es el salón central o del trono. En él se pueden ver el artesonado y las paredes revestidas con pan de oro, vidrieras de los talleres de Eudald Amigó y pinturas murales de Llorens i Masdeu. En total son cuatro y sus temas, acontecimientos importantes de la familia, fueron elegidos por Claudio López Bru, II Marqués de Comillas. La primera recuerda la inauguración del Seminario de Comillas en 1887 por Claudii, la segunda homenajea la bendición de la Capilla-Panteón en 1881, la tercera rememora la gran Revista Naval ofrecida en el Puerto de Comillas por Alfonso XII en 1881 y la última evoca el embarque de los voluntarios catalanes en el vapor “España”, esto sucedió el 24 de marzo de 1869 y el barco fue cedido por Antonio para apoyar al rey en la guerra contra Cuba.
De su historia también se sabe que este edificio fue el primero de España en utilizar la luz eléctrica, fue por orden del I marques para agasajar a Alfonso XII que se iba a alojar en él pero la instalación no se completó a tiempo y el rey durmió en la Casa Ocejo.
Actualmente el palacio pertenece al Gobierno de Cantabria quien lo utiliza como museo. Además es Bien de Interés Cultural.
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