El puente gallego romano-medieval

   Cuando hay que atravesar un río la mejor manera es creando puentes que permitan el tránsito entre una orilla y otra.

  Galicia es un territorio recorrido por numerosos ríos y arroyos, por eso se hizo necesario la construcción de pasarelas que permitieran el paso de una orilla y otra. Muchos son los ejemplos de ellas y uno es el Ponte Lubiáns o Ponte Vella ubicado en el cruce de caminos entre los coruñeses concellos de Carballo y Coristanco.

  Hay dudas sobre su origen pero lo más seguro es que sea romano y se levantara en el siglo I para atravesar el río Rosende ya que por allí pasaba la calzada "Per Loca Marítima", que unía Brigantium (A Coruña) con el Finis Terrae. Sin embargo, en época medieval tuvo que ser reformado ya su estructura es de ese tiempo.

  Así se ve un puente, de cuarenta metros de longitud, formado por cuatro arcos de medio punto, teniendolos mayores una luz de 7 metros, y los menores de 5,5 y 3,5 metros (su parte más alta corresponde a la pila que separa los dos arcos mayores). Además, su pilar central se protege con un tajamar, triangular aguas arriba y semicircular aguas abajo, adosado a las bóvedas, esto afianzaría la teoría de su reconstrucción.

  Actualmente presenta un relativo buen estado y es uno de los mejores ejemplos se puentes romanos, aunque fuera rehechoo en la Edad Media.