Las Iglesias suelen tener muchos siglos de vida, tantos que a veces es imposible datar con exactitud su origen.
De muchos edificios se sabe a la perfección su fecha de construcción pero también existe una gran multitud de la que se desconoce su origen. Hay una gran cantidad de ejemplos de ello y uno es la iglesia de San Julián ubicada en Viñón, un lugar y parroquia del concejo asturiano de Cabranes.
Se desconoce por completo la época de levantamiento de este templo. Según el "Liber Testamentarum" conservado en la catedral de Oviedo su origen estaría en los tiempos del rey Alfonso II de Asturias, es decir, en el siglo IX y habría sido donada. Sin embargo, muchos estudiosos la carta de donación, suscrita en mayo del año 857, sería falsa y añaden que tanto sus detalles constructivos como estilísticos la sitúan en el siglo XII. Lo que sí parece claro es pudo haber sido la iglesia de una antigua abadía y residencia de invierno para los abades de Covadonga, además de lugar de paso del Camino de Santiago.
Lo que aquí se ve es un edificio románico rural, con influencia del prerrománico, de pequeñas dimensiones cuyo exterior es bastante sobrio. Su interior consta de una sola nave rectangular cubierta por una techumbre plana de madera, que se remata con una capilla cuadrada cubierta con una bóveda de medio cañón. Ambas se comunican a través de un arco del triunfo de triple rosca sujeto por machones y columnas de doble fuste. Este interior, además, se decora con detalles vegetales estilizados, animales afrontados devorando figuras humanas y reptiles entrelazados en los capiteles y con una línea de imposta con rosetas de cuatro pétalos, palmetas estilizadas y motivos geométricos.
Todo se completa con una sacristía anexa al flanco meridional de la capilla y un pórtico que recorre parte de las fachadas norte y sur, y toda la fachada oeste. Ambas construcciones son añadidos posteriores.
Actualmente presenta un buen estado y desde 1985 es Monumento Provincial de Interés Histórico-Artístico, algo que ahora está dentro de la categoría de Bien de Interés Cultural.
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