La puerta de acceso de los nobles placentinos

  Si una ciudad tiene una muralla también tiene que tener puertas que permita salir o entrar a ella, además servía para controlar quien lo hacía.

  Muchas de las ciudades aún mantienen en pie sus murallas, aunque sea en parte, esto hace que también se conserven los accesos que permitían el transito de los vecinos. Muchos son los ejemplos y uno es la puerta de Berrozanas de la cacereña localidad de Plasencia.

  El origen de esta entrada, cuyo nombre proviene de la dehesa de Berrozanas a la que da paso, esta en la Edad Media cuando se levantó con el resto de la muralla. Su función era la de comunicar el arrabal de San Julián, en extramuros, con el barrio nobiliar de San Martín, es decir, el lugar donde residían los nobles placentinos con la cercana judería, el cementerio judío y el Puente de San Lázaro. Para ello la levantaron en forma de arco de medio punto que sujeta una pared rematada en cuatro almenas y la rodearon por dos torres redondas que la protegieran.

  En 1571 se reedificó la puerta reduciéndola de tamaño al añadirle varias capas de pavimento y se eliminó la torre izquierda. Además se la decoró con un escudo de los Reyes Católicos sustentado por el águila de san Juan Evangelista y con los símbolos de Isabel I y de Fernando, el yugo y las flechas, además de una imagen de san Miguel arcángel con una espada y una cruz.

  Actualmente presenta un aspecto bastante parecido al original, aunque su estilo ha cambiado al renacentista, y conserva un buen estado.