Debido a la peculiaridad insular de Baleares era fácil que recibiera ataques en diferentes puntos. Esto hizo obligatorio la construcción de defensa en las cuales las atalayas cumplían un papel fundamental, el de avistar al enemigo y avisar de su llegada. Es por eso por lo que hay muchos ejemplos de este tipo de construcción y uno ellos es la torre de Paraires ubicada en Palma, en la boca del puerto de Portopí.
No se sabe con exactitud la fecha de su construcción pero en el siglo XIII, tras la conquista de Mallorca por el rey Jaime I de Aragón en 1231, se documenta en esa zona una atalaya con los nombres de Torre d'en Carraç, Torre del Port y Torre de la Cadena (hay quien asegura quesus cimientos son romanos). Sin embargo, se piensa que esa primitiva desapareció y fue sustituida por esta en el siglo XIV, aunque las hiladas, al ser distintas del resto del edificio, serían reutilizadas de la anterior.
El motivo de su levantamiento era defender el puerto junto a su gemela, la Torre de Señales ubicada a su lado y a la que se unía mediante una cadena con la que cerraban el muelle, por eso en el siglo XV se le añaden bombardas y ballestas.
De esta manera se observa una torre cuadrada de arenisca a la que se accede mediante una puerta de construcción nueva. Dentro hay una primera planta con ocho saeteras y una escalera empotrada que recorre los tres siguientes niveles (con cuatro saeteras cada uno y están levantados sobre artesonados de madera sujetos por canecillos). La última planta se cubre por una bóveda apuntada y a través de ella se llega a la terraza protegida por una garita, y coronada por un matacán reseguido y un alféizar almenado.
Hacia 1470 el Gran i General Consell decidió que la torre pasara a disposición de la morbería u hospital de aislamiento del puerto. Debido a esto se convierte en un lazareto donde guardarían cuarentena mercancías y personas que habían salido de embarcaderos donde había alguna epidemia. En ella también se ventilaban los tejidos que pudieran ser contagiosos, esto hizo que tomara el nombre de torre de Paraires.
Este nuevo uso hizo cesar su función defensiva pero la recuperó en el siglo XVII pero para esa época el castell de Sant Carles ya se bastaba, aún así a principios del siglo XVIII, al pie de la torre, se instaló una batería de artillería que peduró hasta mediados del XIX. Tras ello fue abandonada y subastada en 1875 pero se salvo al ser declarada monumento histórico-artístico en 1876.
Actualmente presenta un gran estado, fue restaurada en 1965, y sigue protegida como Bien de Interés Cultural.
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