Cuando las tropas cristianas empezaron a conquistar los territorios en manos musulmanas se dieron cuenta que necesitaban de nuevos pobladores para ocuparlas. Estoss a su vez demandaban templos para poder llevar a cabo su culto, es por ello que se levantaron nuevas parroquias y una fue la iglesia de Santa Elena de la salmantina localidad de Ledesma.
En el siglo XII el rey Fernando II de León inició una campaña de repoblación de los terrenos que se habían ido conquistando al islám, es ahí cuando nuevas personas lleggaron a Ledesma. Es ese contexto cuando, extramuros, se erige la iglesia de Santa Elena, la más antigua de toddas las que se erigieron.
Se trata de un edificio románico rural del siglo XII cuyos muros se levantan con sillería granítica. Su exterior es bastante sencillo que solo se decora con canecillos labrados con motivos vegetales, cabezas humanas y de animales, los cuales sujetan el tejado. Además posee dos puertas (la del norte tiene arcos doblados lisos) y una espadaña sencilla de un único cuerpo con dos vanos semicirculares y remate a dos vertientes.
Su interior presenta una sola nave y una capilla mayor con ábside semicircular y tramo presbiteral recto. Dentro destaca una talla de san Bartolomé del siglo XVI, de la escuela de Berruguete, y un retablo barroco del siglo XVIII.
Actualmente presenta unn aspecto muy parecido al original, aunque ha sido restaurada por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, y es Bien de Interés Cultural desde 1983.
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