sábado, 5 de octubre de 2024

El hospital torrelapajino

   Los hospitales son demasiado importantes para una sociedad ya que en ellos snaban de sus heridas y enfermedades los vecinos.

  Cuando en una localidad hay reliquias importantes es lógico que reciban una gran cantidad de peregrinos, personas que tenían que alojarse en algún sitio y que también podían enfermar. Es por esto que se crearon sitios para tal efecto y un ejemplo es la Casa-hospital de San Millán ubicada en la zaragozana localidad de Torrelapaja.

  Ennla iglesia de Torrelapaja se conservan varias reliquias de san Millán que desde siglos atraían a mucha gente para venerarlas. Es por eso que en 1544 las actualidades localidades de Berdejo y Torrelapaja (hasta 1601 fueron un solo concejo) deciden erigir un nuevo edificio que sustituyera a uno anterior para servir como hospital, refugio de transeúntes pobres y albergue de peregrinos.

  Se trata de un edificio renacentista construido en mampostería combinada con piedra sillar en los ángulos y la portada en cuya fachada se sitúa una puerta, en forma de arco de medio punto, rematada con una hornacina con una imagen de san Millán. De ahí se pasa a un interior con un patio central cuadrado de tres pisos, los dos primeros compuestos por arcos rebajados apoyados en columnas de piedra en el primer nivel y de yeso en el segundo (el tercero es de ladrillo y se añadió posteriormente), en torno al cual se distribuyen sus estancias.

  Tras su construcción estuvo regido por una junta de párrocos, alcaldes y jurados de ambos pueblos, pero por su carácter religioso estaba sujeto a la jurisdicción de los obispos diocesanos los cuales tenían su administración y otorgaban las normas para su gobierno.

  Así funcionó hasta el siglo XIX cuando las distintas desamortizaciones eliminaron toda su parte religiosa para dejar, solamente, su labor de hospital de beneficencia. Esta última cesó a principios del XX cuando pasó a viviendas y finalmente quedó abandonado creando en él un gran deterioro.

  Actualmente presenta un estado de conservación lamentable por lo que urge una rehabilitación que lo adecente. Pero esto no ha impedido que sea Bien de Interés Cultural.



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