Los grandes linajes familiares siempre han ostentado un gran poder y numerosas tierras, es por ello que necesitaban lugares que les sirvieran tanto para vivir como para defender sus posesiones. Un ejemplo claro de ello es la Casa-Torre Enparan (también se puede, erróneamente, encontrar escrita como Emparan) ubicada en la gipuzkoana localidad de Azpeitia.
El origen de este edificio se remonta a 1320 cuando la familia Enparan, parientes mayores del bando oñacino, la erigen para vigilar uno de los vados del río Urola. Sin embargo, la construcción que ahora se ve es diferente a como se levantó y es que ha sufrido varias modificaciones como su desmolhado en 1456 cuando el rey Enrique IV de Castilla ordenó desmochar todas las casas-torre de Gipuzkoa, para poder terminar así con la guerra de bandos. Su siguiente cambio sucedió en 1535 cuando se rehabilita y se transforma en hogar. Por último, en el XVII se añaden dos cuerpos laterales.
Lo que aquí se ve es una casa de mampostería de estilo gótico de corte vasco con añadiduras barrocas, como los balcones, que se articula en dos partes claramente diferentes. La central es la original, aunque sin la parte que perdió en 1456, y en ella se observa una base rectangular de dos niveles que culminan en un tejado triangular con pináculos en las esquinas, de añadidura contemporánea. Los cuerpos laterales del siglo XVII son más bajos y terminan en cubierta a tres aguas.
Del resto de su vida se sabe que sirvió como hogar de los Enparan hasta 1960, además acogió a Carlos de Borbón y Austria-Este, pretendiente carlista al trono, junto a su mujer y séquito. A partir de ese año la casa entró en un profundo deterioro que se solucionó en 1970 la Caja de Ahorros Municipal procedió a su recuperación y reconstrucción bajo supervisión del arquitecto Manuel Urcola Ansola.
Actualmente posee un gran estado y desde el 23 de junio de 1977 alberga la biblioteca municipal por lo que su fución ha pasado de alojamiento a cultural.
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